Densetsu no Yuusha no Densetsu| Prólogo - Estreno

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Hello people~ Hello the World~ 
¿Cómo se encuentran? ¿Bien? ¡Me alegra mucho escucharlo! (Bueno, la verdad no tanto, pero entienden la idea, ¿no?)
Espero que se hayan mantenido al tanto de nuestras actualizaciones... Sí, ya sé. Ayer no sacamos nada, pero entiendan. Aún nos estamos conformando y como dice el dicho un paso a la vez. De a poco en poco haremos de esta pequeña pagina un gran scan de novelas ligeras, mientras tengannos paciencia.
Hoy el turno le toco a Densetsu no Yuusha no Densetsu, para aquellos que no hayan tenido la dicha de ver la excelente adaptación animada de esta novela, solo puedo decirles que Densetsu es una novela de lo mas completa. Giros argumentale imprevisto, secretos, magia, conflictos politicos, estrategias, guerras, excelentes personajes y una historia que cambia y sorprende a cada paso. De lo mejor que podían encontrar en esto de novelas ligeras.
Ahora, para aquellos que ya tuvieron la dicha de ver el anime, les pido paciencia. Nuestra intención es continuar donde se quedo el anime y seguir viendo que sucede con esta magnífica historia y su desenlace. Sin más aquí les dejo el prólogo, que lo disfruten. 

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Densetsu no Yuusha no Densetsu| Prólogo

Traducción: Trihexa-sama
Corrección: Joax-kun


Desde el lugar en donde el Dios de la muerte habita

En este lugar, a menudo ese era el caso.

—Si… si nosotros nos convertimos en adultos sin morir, ¿estarías dispuesto a casarte conmigo?

La niña de pelo rubio y mirada amable dijo esto mientras lloraba.

En respuesta a esa mirada tan desmotivada, los ojos del muchacho se relajaron… Sin embargo, de cierta forma, los ojos sin rastro alguno de lágrimas aun contenían un sentimiento de vacío, y luego ellos se posaron sobre los llorosos ojos de aquella niña.

—Si nosotros nos convertimos en adultos sin morir…

Ese tipo de cosas son imposibles.

Pensó el chico. No, la chica podría ya haber pensado en eso.

Ya que vamos a morir. En este lugar…

En este orfanato, la muerte es abundante.

La muerte realmente es abundante.

Incluso esos dos pequeños niños lo comprendían hasta ese grado; la muerte es abundante en el mundo.

Es por eso que…

La chica murmuró:

   —Si sobrevivimos… podrías…

El chico no respondió.

Eso es porque el susurro de la chica se oyó fugazmente, era como un sueño eterno que nunca se volverá realidad, una ilusión.

—Si sobrevivimos… podrías…

Pero sus palabras fueron interrumpidas.

Un hombre de edad madura que llevaba un traje negro repentinamente jaló el pequeño hombro de la niña, y le advirtió:

—Es hora. Las lágrimas terminan aquí. Para ti, la debilidad conocida como ‘sentimientos’ es innecesaria. Morirás si eres débil. Nada más que eso.

Cierto.

Nada más que eso. Ella lo comprende.

La chica hace una expresión de pavor por un instante.

—Sí…

Y después asintió con la cabeza.

Una vez que ella miró atentamente la cara del chico, él, tan serio como siempre; con su mirada desmotivada y ojos continuamente relajados, estaba diciendo: 'ya no más'. De una u otra forma no parecía que el muchacho tratase de dar una respuesta a las palabras de la chica…

—………

Es cierto.

Ella entendió.

Al fin y al cabo, vamos a morir, no hay ningún sentido en hacer una promesa como esa.

El rostro de la chica permaneció inmóvil.

Quizás no vuelva a sonreír de nuevo.

Así es como ella pensó.

—Nos vamos.

Ante la insistencia del hombre, la chica empezó a caminar.

En un camino que no tiene ningún sentido… Sin un objetivo.
Sin sueños. Sin esperanza.

De ahora en adelante ella se convertirá en el títere de este hombre. Una marioneta.

Y…

—Oye.

En ese momento, el chico repentinamente alzó su voz. Aún sin ambición y con el mismo tono de voz de siempre.

Esa voz le dijo:

—Sabes, lloras demasiado. No digas cosas como ‘que vamos a morir’. Si eres tú, de seguro vivirás. Ya que eres una obstinada. Y yo no pienso morir tampoco. Así que…

La chica miró sobre su hombro sin pensamiento alguno. Una vez más, las emociones regresaron a su rostro. Sus lágrimas se desbordaban de nuevo. Viendo esto, el chico con una mirada de preocupación en su rostro; sonrió… y dijo:

—Así que no mueras tampoco…

— ¡Sí!

La chica asintió exageradamente con la cabeza. Una promesa rápida entre amigos de la infancia.


Esa promesa fue firmemente grabada en el corazón de la chica.

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