Tokyo Ghoul Days| Capítulo 03 - Estreno

No hay comentarios
¡Qué hay gente!
Finalmente, la novela que muchos estaban esperando, aquella que muchos rogaron que tradujéramos. ¡¡Esas novelas de nuestra tragedia favorita que todos queríamos leer, al fin están aquí!!
Debo decir que tras leerla gracias a la traducción que nos ha hecho Steff, nuestra traductora de las novelas ligeras de Tokyo Ghoul, me gustaron bastante. 

No serán novelas imprescindibles para la historia, sin embargo para aquellos interesados en abundar un poco mas en el pasado de algunos personajes (o sea los verdaderos fans de la historia) les interesara mucho el leerlas.

Ahora, una pequeña aclaración con respecto al porque empezamos con la tercera historia. Pues veran, resulta que las novelas en su mayoría y lamentablemente no estan completamente traducidas, algunas estan casi por completo (omitiendo algunos detalles poco importantes), pero otras son meros resumenes. Por ende, decidimos empezar desde las novelas mas completas hasta las mas resumidas, aprovechando que son historias cortas y autoconclusivas por si solas.

Sep, no importa el orden en que las lean, no les cambiara mucho la percepción de estas. Esta en especial nos cuenta el pasado de Tsukiyama y el como conoció a Chie, aquella fotografa bastante rara que conocieron Urie y Shirazu al inició del manga de :Re.

Espero que las novelas sean de su agrado, para aquellos que nunca habían leido una. Es un poco distinto a leer manga, ya que suelen incluir pocas ilustraciones, pero si le toman el gusto no les hara mucho problema. Como su nombre lo indica son "novelas ligeras", así que no son tan densas como una normal.

Sin más que decir, me despido. Esto es Tokyo Ghoul Days y yo soy Joax-kun (plagio alevoso de la presentación de Owl)

Descarga


Tokyo Ghoul Days| Capítulo 03

Traducción: Steff                        
Corrección: Joax-kun

PARTE I
Tenía que decirle al mundo él mismo. Que él era “El Gourmet” Tsukiyama SHuu. Esta historia sucedió unos años antes de que Kaneki conociera a Rize, un tiempo en el que Kaneki pasó sus días como humano bajo la ilusión de que el mundo estaba en paz. En esta ciudad, los ghouls ya existían. Durante una noche en la que la luna brilló hermosamente, Shuu estaba cazando cierta presa. La parte de la presa que más le gustaba eran sus pantorrillas.
La rutina diaria de su presa era correr después del trabajo, y se decía que alguna había participado en un gran maratón japonés.[1]
Pero ahora el hombre ya no tenía piernas para correr nunca más. La imagen de él dándose cuenta de una persona sospechosa detrás de él y tratando de zafarse con toda su fuerza había sido hermosa, pero para un ghoul como Tsukiyama, era lo mismo que atrapar a un niño.

-Tus piernas, que vi saltar sobre el suelo… sin un rastro de músculo innecesario. Estoy agradecido por tu vida. Estabas corriendo toda tu vida para llegar a este preciso momento, ¡para de ser ingerido por mí!
En medio del parque donde no se veía ni un alma, el hombre que ahora ha perdido sus dos piernas yace sumergido en el mar de su propia sangre. Ha perdido la conciencia debido al shock causado por la pérdida de sangre. Ya sin obtener más reacciones de él, Tsukiyama se sentía solo. Pero aun así, sostuvo esas piernas entre sus manos y éstas estimularon su apetito al máximo.
-No se preocupen, por supuesto que ustedes son el plato principal. Fueron tan amables de hacer los arreglos preliminares ¡Ahora debería comer su carne antes de que comience a echarse a perder!- dijo Tsukiyama, mientras que una expresión de éxtasis aparecía en su cara al mismo tiempo que tomaba la parte inferior de la pierna del hombre entre sus manos y comenzaba a retirar la sangre de un lametazo.
El cuerpo de Tsukiyama claramente había dejado de ser el de un niño; sin embargo su comportamiento seguía siendo demasiado infantil para referirse a él como un adulto. No obstante, sus pupilas, las cuales se habían vuelto carmesí como una granada y lo hacían ver monstruoso, despedían un encanto fascinante.
Tsukiyama Shuu tenía 16 años. Cuando el sol se alzaba, él era sólo un estudiante de preparatoria normal que se esforzaba en sus estudios, pero su verdadera identidad era aquella de un “ghoul”. Él era una existencia elegida, un ser que había sido escogido, y lo que resultaba esencial para mejorarlo todavía más era la parte del “Gourmet”.
-¡Conviértete en mi alimento para hacerme brillar todavía más!
 Fue en ese momento cuando Tsukiyama abrió su boca tan grande que su agraciado rostro se distorsionó mientras intentaba morder vigorosamente la parte inferior de la pierna del hombre.
- ¡¿…?!
De repente vio una luz deslumbrante. Un destello como un rayo fue acompañado por el sonido de clic de un obturador.
Mientras masticaba a fondo la carne que había arrancado, Tsukiyama se volteó hacia la fuente del sonido y la luz. Sin embargo, incluso antes de que pudiera darse cuenta de la situación, escuchó un sonido inesperado.
-¡Muy bieeeeeeen, lo tengo!
Una persona sostenía una cámara réflex con la mano derecha y apuntaba con la izquierda hacia el cielo estrellado. A juzgar por su apariencia, era una chica que podría haber estado en escuela primaria. Arrastrando la consciencia de la comida en la que se estaba concentrando, se giró hacia la chica y dejó que la carne que había arrancado pasara por su garganta sin masticarla apropiadamente.
En el momento en que su garganta hizo un sonido al tragar, Tsukiyama finalmente volvió a sus sentidos, comenzó a temblar de enojo y dijo, -¡¿Cómo te atreves a interrumpirme?!
Tuvo que tragar la carne sin siquiera ser capaz de saborear completamente su cena. Permaneciendo completamente ignorante a este hecho, la chica saltó de arriba abajo como personificando a la alegría con todo su cuerpo.
- … Interrumpiste mi ¡PRIMERA MORDIDA!
Tsukiyama arrojó la pierna del hombre y pateó el suelo. El impacto en el punto donde él había pisado fue tan grande que se formó un hoyo. Tsukiyama fue directamente hacia la chica y le enseñó los dientes con la intención de acabar con su vida. Unos segundos después el número de cuerpos aumentaría.
-¡Wow!
Sin embargo, la chica se hizo chiquita, agachándose y escondiéndose detrás de la resbaladilla.
El puño de Tsukiyama destruyó el soporte de la resbaladilla, y mientras hacía eso, la chica alzó la voz y dijo, -¡Woooow! – en admiración, lo que hizo difícil pensar que se encontrara en esa situación. Luego huyó a toda velocidad, haciendo que su mochila se balanceara de atrás para adelante ¿Cómo es que pudo evadir su ataque? Tal vez ella era un ghoul ¿o tal vez una investigadora?
Pero ella no olía como un ghoul y no había signos de contramedidas humanas para ghouls: un quinque. Tenía una esencia humana bastante normal que podría ser encontrada en cualquier lugar.
Ella parecía conocer los alrededores bastante bien porque escapó rápidamente hacia el centro de la ciudad sin dudar. Él percibió que era mucho más rápida que el hombre de pies ligeros que había elegido para la cena. Ella corrió sobre una estrecha línea y calmadamente atravesó la casa de otra persona, siguió hacia adelante, hacia atrás, hacia la izquierda y hacia la derecha, describiendo movimientos desenfrenados. Tsukiyama brincó un montón de cajas cercanas,  saltó hacia un poste de electricidad, se apoderó de un tornillo y con un gran balanceo, como si  se tratara de un atleta de barra fija, se catapultó a sí mismo hacia la cima del edificio.
-¡Tú! ¡Veloz e inquieto ratón!
Ya entrada la noche, cuando la ciudad entera dormía, se escucharon rápidos e inusuales pasos. Incluso si uno no podía distinguir a la figura corriendo, podía sentirla; y por sobre todo lo demás, Tsukiyama poseía un excepcional sentido del olfato. Después de un rato la chica entró a un callejón estrecho y  se detuvo. El juego de la persecución había terminado.
Él brincó sin hacer ruido desde el techo y descendió a una corta distancia de ella. La chica, que le daba la espalda, se sentó, su cuerpo temblando constantemente. Él se preguntó si temblaba de miedo.
Una vez más, Tsukiyama observó la figura de la chica. Era de baja estatura con cabello negro y un corte casual. También podía ser  porque estaba sentada, pero su figura era redondeada y eso la hacía parecer un hámster.
Su cuerpo era tan poco interesante que él se sorprendió de que un humano pudiera ser tan poco atractivo. No obstante, interrumpir la comida de Tsukiyama Shuu era un crimen grave, y mientras se preguntaba cómo debería liberar su enfado, comenzó a caminar hacia ella.
Pero ahora la chica se dio la vuelta  y exclamó un gran, -¡TARÁN!
Parece que a pesar de todo ella no entiende la situación, pensó él mientras el rostro radiante de ella aparecía frente a sus ojos. Incapaz de adivinar qué demonios estaba pensando, se quedó quieto por un momento. Al verlo en ese estado, ella gritó desde lejos,
-¡Mira ¿No te parece genial?!
Alzó la laptop en sus manos revelando lo que había en la pantalla.
-Espera, ¡¿e-ese soy yo?!- Se trataba de una foto de Tsukiyama mientras estaba a punto de morder a su presa. Ella soltó un gran suspiro y se paró de un salto para mirarlo a la cara.
-Tú eres Tsukiyama Shuu ¿verdad? - otra sorpresa, ella había pronunciado su nombre ¿Quién demonios era este hámster?
Inmediatamente, él se puso a la defensiva y se mostró cauteloso. La chica sacó algo de su mochila.
-¡Mira esto!
Ella le mostró  sin titubeo la credencial de identificación de la escuela a la que Tsukiyama iba, la Escuela Preparatoria Superior, afiliada a la Universidad Seinan Gakuin. Ahí, junto la foto de su identificación, estaba escrito el nombre Hori Chie.
No muy seguro de que esa fuera la pronunciación, Tsukiyama preguntó dubitativo:
-¿Hori… Chie?
Ella cerró la identificación de estudiante con una sonrisa despreocupada en la cara, -Sí, puedes llamarme Hori Chie. Estoy cansada de correr tanto ¡Invítame algo dulce!
Tsukiyama Shuu se sentó a la mesa de un café que seguía abierto hasta tarde en la noche. En frente de él se sentó Hori Chie, quien se llenaba la boca con un parfait extra grande a gran velocidad. Devoró ávidamente la comida de una forma tan indecente que lo dejó preguntándose si no había comido en días.
-¿No puedes comer de forma un poco más elegante, pequeña y sucia roedora?
Ella parecía estar harta de su taza de café y replicó:
-No soy una dama, de todos modos.
En efecto, si la mirabas, desde la cabeza a los pies ella se encontraba muy lejos de ser una dama. Una chica como esa iba a la misma escuela preparatoria que él, y por si fuera poco, parecía ir en el mismo grado. Rápidamente, Hori Chie terminó de comer su parfait, bebió su jugo y finalmente comenzó a hablar.
-¿Sabes? De alguna manera yo sabía que olías a primicia, Tsukiyama-kun.

Una primicia. En ese caso, ella iba a vender esta información en alguna parte o tal vez iba a intentar amenazarlo. Pero la chica acarició gentilmente su cámara y dijo: -Es por eso que estaba a la espera, por un largo tiempo ¡Y bingo! Estoy completamente satisfecha.

Escuchándola hablar sobre sus logros, Tsukiyama se preguntó si ella no estaría jugando al gato y al ratón con él. Depositó la taza en el plato y preguntó: -¿Cuál es tu objetivo?
En respuesta a eso, Chie ladeó la cabeza, -¿Cuál objetivo? Ya lo he conseguido.
-Pardon me?(¿Perdón?)
-Mira...- dijo ella moviendo su cámara de arriba a abajo. – Yo sólo estaba siguiéndote porque quería tomar una foto increíble. Pero esto superó mis expectativas, es por eso que ya he alcanzado mi objetivo.
-¡Eso no puede ser, no hay manera de que alguien tuviera una primicia decisiva contra alguien tan magnífico como yo sólo porque de casualidad ese era su hobby y lo deje así nada más!
-¿Entonces quieres que te descubra? Si eso es lo que quieres, puedo hacerlo en cualquier momento- dijo Chie, y escarbó en su mochila para sacar la laptop.
Non, non! Cálmate un poco, pequeña amiga. – respondió Tsukiyama con su usual hábito de mezclar palabras extranjeras.  Aunque ella replicó con un “¿Qué sucede?”, obedeció y puso la mochila a su lado.
¿Por qué estaba tan calmada incluso cuando lo tenía frente a ella? Un ghoul que a escasas horas estaba a punto de devorar la pierna de un hombre. Y es más, nadie había escuchado de una persona que fuera capaz de capturar la escena de semejante e inhumana atrocidad con tanta calma como ella ¿Cuál era la base para tal mentalidad? Tal vez, justo como el proverbio de las habilidades del halcón, ella sólo era un humano anormalmente perceptivo. Fue capaz de capturar un momento crucial sin que él se diera cuenta, así que ciertamente podía ser posible.
Sí, esa podría ser la respuesta más convincente.
Tratando de cambiar la dirección de la conversación, en esta ocasión él le preguntó,
- Entonces el acto de tomar una foto debe ser algo muy precioso para ti, tanto que hasta arriesgarías tu vida por eso.
Muchos humanos se abrían al diálogo encantados cuando hablaban de algo que les apasiona. Bueno, los ghouls probablemente no eran diferentes en ese aspecto.
No obstante,  ella parecía cansada de la conversación porque comenzó a balancear sus pies hacia arriba y hacia abajo diciendo, -No, no estoy pensando en cosas tan complicadas y no quiero morir tampoco.
No había señales de que mordería el anzuelo.
-No entiendo ¿entonces por qué lo hiciste?
-¿Hm?
La chica tenía la mirada perdida y se hundió en el silencio por un tiempo. Estaba bien, él esperaría por su respuesta, y sin importar cuán triviales fueran sus palabras, arrancaría sus pensamientos más inconscientes  y sacaría a la luz su verdadera naturaleza. Pero su respuesta estuvo muy por debajo de sus expectativas.

-Ah, ya me estoy cansando.
Hori Chie dejó escapar un bostezo maleducado, se frotó los ojos, se levantó y dijo,  -La verdad no tengo interés en mostrar la foto a nadie. Aprecio mi vida y todo. Gracias por el parfait, nos vemos.
Se puso su mochila y comenzó a salir tranquilamente.
-¡Espera, roedor!
Sin escuchar el llamado de Tsukiyama, ella se fue del café dejando que él pagara su cuenta.
-¡Santo cielo!  ¡Tan sólo imaginar que se me adjudicaría un error como este!
El abandonado Tsukiyama  ordenó otra taza de café y se perdió en sus pensamientos. Matar a la chica podría ser lo suficientemente fácil, pero borrarla completamente sabiendo tan poco sobre ella sería muy precipitado. También cabía la posibilidad de que  fuera alguna clase de trampa y si él simplemente se abalanzara sobre ella podría haber algún tipo de terribles consecuencias.
Hundido en sus pensamientos, escuchó una voz gentil detrás de su mente que le dijo,
 -Tsukiyama-kun, deberías ser un poco más cuidadoso.
Era la voz del dueño del café Anteiku, Yoshimura. Cuando lo detuvo el otro día, le había dado este consejo. En aquel entonces Tsukiyama le dijo que todo estaba bajo control y que no había nada de qué preocuparse ¿pero y ahora?
Señor Yoshimura ¿acaso estaba hablando del pequeño ratón? Por cosas como éstas, Yoshimura no podía ser una persona fácil de ignorar.
Tsukiyama empujó la taza de café con su dedo.

PARTE II
La prestigiosa Escuela Preparatoria Superior, afiliada  a la Universidad Seinan Gakuin.  Su atractivo era su objetivo educativo de realzar el valor del individuo y dejar a los estudiantes crecer como personas. Para lograrlo, ellos respetaban especialmente la libertad y la creatividad de los estudiantes. Muchos hijos de influyentes y ricas familias estaban inscritos allí, y por supuesto, también el que era conocido como la “celebridad” de la escuela.
-Buenos días, Tsukiyama-san.
-Te ves bien hoy.
-Ah, buenos días, charming girls.  Es como si escuchara a los ángeles cantar.
Usando palabras encantadoras, enunciadas de forma tan elegante, uno podía sentir inmediatamente su sofisticación. Los padres de esas jóvenes les enseñaron modales y ellas habían sido refinadas toda su vida, así que Tsukiyama les devolvía su mejor sonrisa.
-¿Encantadoras?  
-El que en serio pueda decir cursilerías como esas es…
A diferencia de la división de primaria y escuela secundaria, más estudiantes comunes eran permitidos para unirse a la división de preparatoria. Había algunos un poco groseros entre ellos. Tsukiyama se giró para mirar a los estudiantes en la esquina del salón que estaban haciendo comentarios sobre él.
-Cualquiera que vea a estas jovencitas pensaría de esa manera. Yo sólo di mi opinión. El que niegues mis honestos cumplidos me duele un poco. 
 Aunque estoy en lo correcto ¿No es verdad?, pensó entrecerrando los ojos. Absorbidos por el aire peculiar que Tsukiyama provocó con sus palabras, los dos estudiantes se callaron. Aunque él no mostrara sus colmillos, los débiles no tenían oportunidad contra los fuertes.
-Oh, antes de que lo olvide…
 Tsukiyama dejó el salón y se dirigió hacia uno de los dos salones inferiores. La persona en la que estaba pensando no había llegado a la escuela todavía, así que se recargó en la pared del pasillo, con los brazos cruzados, y esperó por cerca de diez minutos.
-… Ahí está. 
El sonido de ruidosas y apresuradas pisadas alcanzó los oídos de Tsukiyama. Era la chica que con su cámara  lo había atrapado comiéndose a su presa, Hori Chie. Cuando él la vio, notó la cámara colgando de su cuello y la mochila que parecía ir en contra de las reglas de la escuela. Tsukiyama se incorporó del muro y se giró hacia la chica. Parece que por fin lo había notado.
-¡Buenos días!
Pero tan pronto como ella dijo eso, entró rápidamente al salón. Tal vez sólo era como ella había dicho la noche anterior, ya tenía lo que quería así que no tenía intenciones de estar involucrada con él nunca más. No, era demasiado pronto para sentirse aliviado porque ella había descubierto su secreto.  A partir de ese día, Tsukiyama había comenzado a vigilarla con precaución.
 -¿Hori-san? No estoy seguro  si debería decir esto pero ella es famosa por ser un bicho raro.
Cuando le peguntó a los demás estudiantes sobre ella, todos dieron la misma respuesta.  Todos le dijeron que ella era una maniaca de la fotografía con un bizarro espíritu despreocupado. Él no había sido consciente de ello, pero ahora la notaba cazando insectos en el patio durante el receso y trepando árboles después de la escuela, tomando fotos del cielo. Era siempre inquieta y activa, y hacía cosas raras.
 -¡Oh mira, es Hori-san!
-Ella sí que es animada.
 Mientras escuchaba los cuchicheos de los demás, Tsukiyama oyó los pasos de Chie acercarse. Sus pasos resonaron con un stacatto constante ¿Qué tan energética podía ser?
-… Hm, finalmente está aquí. 
Luego sus oídos detectaron pasos diferentes en la distancia. Durante el receso, la maestra del aula, Matsumae, apareció en el salón. Ella le preguntó: -Tsukiyama-kun ¿tienes un momento? 
-Sí- respondió Tsukiyama, siguiéndola al pasillo.
Matsumae le preguntó en una voz tan baja que no podía ser escuchada por nadie alrededor.
-¿Debería eliminarla, maestro Shuu?
Tsukiyama sacudió la cabeza a manera de amonestación. 
-Matsumae… estoy feliz de que quieras ir tan lejos pero este es mi problema. Además, si puedo superar este problema siento que puedo recuperarme otra vez. Tengo que arreglar las cosas por mí mismo.
 Ella era un sirviente de la familia Tsukiyama, Matsumae. Por supuesto, también era un ghoul. 
 -Yo… me disculpo.  No estaba en posición de entrometerme en los asuntos del maestro Shuu. Estoy avergonzada de mí misma.
-No, está bien. Tus sentimientos me fueron transmitidos adecuadamente. Dejando eso de lado ¿Serías tan amable de investigar a esa chica?
Matsumae hizo una respetuosa reverencia con su cabeza en asentimiento.
-Sí. Hori Chie. Su familia es muy normal. Ella lo hizo bien en su examen de admisión, así que parece que fue admitida en la escuela con una beca. Sin embargo, después de que entró sus calificaciones bajaron,  se volvió inconstante y resultó difícil para ella continuar recibiendo la beca.
Parecía que ella no era dedicada en los estudios. Si ese fuera el caso ¿entonces por qué escoger esta escuela? Justo cuando Tsukiyama se estaba preguntando esto, Matsumae dijo,
-Parece que la razón por la cual aplicó a esta escuela fue porque era la más cercana a su casa. Después de eso ella mejoró sus calificaciones al grado de que pudo obtener la beca, pero como ya estará enterado, la única cosa que la hace arder con pasión es la fotografía. No parece que participe en actividades de clubs, pero cuando hablé con el encargado del club de fotografía y miré sus fotos, él dijo que había tantas fotos tomadas con tan poco uso de técnica que lo dejaron preguntándose si no las habría tomado un niño. No obstante, también señaló que había algunas fotos tan excelentes que ningún amateur podría tomar.
Tal vez ella era tan inconstante con la fotografía como lo era con los estudios; como un cerdito de guinea moviéndose por todos lados sin propósito.
-También enseño en su clase, pero en mi honesta opinión, no veo nada especial en ella. No es lo suficientemente estudiosa para llamarla trabajadora pero tampoco es tan relajada como para llamarla perezosa.
-Estás diciendo que no puedes distinguirla entre un idiota y un sabio. Es justo como la carta del tarot número cero, “El tonto”.
-Lo siento por no haber sido de ayuda. 
-No, está bien. Dime si te enteras de algo más.
-Como usted ordene.
Aparentemente, las cosas se habían vuelto realmente difíciles. Aun así, le intrigaba cómo es que podía estar envuelta en misterio incluso tras ser investigada. Tal vez ya era tiempo para incrementar su conocimiento sobre los humanos. 
Cuando Tsukiyama regresó al salón y llegó a su asiento, la chica que se sentaba al lado de él le preguntó, -¿Sucedió algo? 
Tenía un hermoso cabello negro como la seda y una mirada intelectual. En contraste con la impresión que dio, un destello de entusiasmo se asomaba detrás de esos ojos.
-¿Estabas escuchando, Miss Ikaru
-Es porque hablaban tan alto. Incluso me estaba preguntando si no me estaban dejando escuchar a propósito. Así que ¿Qué sucedió con Hori-san?
Escuchar sus voces susurrantes en el pasillo del salón, que estaba lleno de ruido durante el receso, era una hazaña  que ningún humano ordinario hubiera sido capaz de lograr. Sin embargo, era otra historia para los ghouls. Ellos normalmente se ocultaban a sí mismos  y esta chica era uno de esos impresionantes ghouls que trataban de encajar en la sociedad humana. Su gran esfuerzo y actitud eran algo de lo cual sorprenderse. 
-La verdad es que ella me tomó una foto durante mi “comida”.
-… No puede ser.
-Idiot me… es verdad.
 Tsukiyama se encogió de hombros, suspiró profundamente y sacudió la cabeza. Ella le frunció el ceño y preguntó:
-¿Por qué no la mataste?
-Porque tengo que conocer su verdadera naturaleza. 
Sorprendida, la chica murmuró, - Qué problemático…
Justo entonces, Chie llegó corriendo por el pasillo. Sus ojos la siguieron mientras Tsukiyama continuaba, -Antes no estaba interesado en ella así que no sabía, pero ese pequeño ratón parecer ser bastante famoso por ser un bicho raro aquí en la escuela.
-Hablando de ser famoso, tú también eres una celebridad aquí porque eres el heredero de la distinguida familia Tsukiyama.  Tu familia tiene profundas conexiones e influencia en el mundo de la política y los negocios. Si mal no recuerdo, tu familia recaudó una fortuna durante la generación de tu abuelo.
Para mostrar veneración, Tsukiyama puso una mano sobre su pecho y alardeó, -Eso es porque mi abuelo era un aventurero. Exporto artículos inusuales a todo el mundo y amasó una fortuna. Él es mi orgullo.
-Y por sui fuera poco tú sobresales académicamente y en los deportes. No obstante, te pasa esto… vaya forma tan única en la que actúas.  Atraes a las personas tanto como si quieres como si no. Estoy sorprendida de que ninguno de tus familiares haya descubierto esto todavía, siendo tan sobresalientes. Es admirable.
 Una vez más, Chie corrió por el pasillo a través de ellos. La conversación llegó a su fin mientras volteaban a verla por segunda vez.
-¿No es raro que no te hayas dado cuenta cuando es tan ruidosa? Ya veo qué tan exigente eres en cuanto a tu “selección”.
 Tal vez no la había notado porque ella tenía una esencia aburrida que podía ser encontrada en cualquier parte y no estimulaba su apetito para nada. Tampoco sentía atracción alguna por su cuerpo infantil. Tal vez fue por eso que nunca apareció en su radar. La excluyó inconscientemente porque no era un objetivo gourmet.
-Aunque es extraño que tenga una cámara con un lente tan excelente  cuando no parece tener los medios para adquirirla. Es una cámara último modelo de  Canon.
 Él no estaba familiarizado con el cómo las personas comunes manejaban el dinero, pero esa cámara se veía muy costosa como para pensar que sus padres se la hubieran comprado como regalo. Ella tampoco mostraba señales de trabajar a medio tiempo en algún lugar, así que se preguntó cómo es que pudo tener en sus manos aquella cámara.
-Parece que ella sube sus fotos a un catálogo online. 
-¿Catálogo?
-Sí, y le pagan cuando son usadas comercialmente. A su manera, el catálogo de fotos puede obtener un muy buen precio.
Entonces Chie era lo suficientemente lista como para hacer eso. Una curiosidad hacia ella emergió donde antes había indiferencia. No obstante, su oponente era una chica que había llegado a conocer su secreto. Tal vez era tiempo de retarla a un juego. Mirando a Chie pasar por el corredor una tercera vez, una gran sonrisa cruzó el rostro de Tsukiyama.
Después de que las clases terminaran por ese día, él encontró a la pequeña chica  arrastrándose por el césped en la esquina del edificio de la escuela y se acercó a ella. Intentó seguir su línea de visión esperando descubrir qué demonios estaba mirando pero no había nada más que césped. A pesar de eso, escuchó el sonido de repetidos clics del obturador.
-¿Qué estás fotografiando, pequeño ratón?
-Oh ¿estabas ahí?
Cuando él la llamó, Chie se giró hacia a él y de repente se puso de pie.
-¡Esto!   
 Ella buscó a tiendas con la cámara y le mostró las fotos que había tomado.
-Discúlpame si estoy en un error… pero lo único que puedo ver es césped.
-Eso es correcto. Es porque tomé una foto de él. 
-¿Por qué tomarías fotos de algo tan aburrido? 
El que ella, quien había tomado aterradoras fotos del banquete de un ghoul, hubiera preferido un aburrido césped como su tema… la diferencia era demasiado grande.  Pero Chie estaba satisfecha. Tal vez él no había usado las palabras correctas.
 No podía perder su oportunidad ofendiéndola ahora, así que dijo –No, ahora que lo miro más de cerca, no está para nada mal. Cada brizna de hierba forma un prisma, y juntos dan un efecto de brillantes esmeraldas… es muy interesante.
Aunque la alabó para retirar lo que había dicho antes, Chie simplemente respondió,
-¿Ah sí? Yo pienso que es aburrido. 
 Diablos, esta chica simplemente no actuará como lo espero ¿verdad?
-Bueno, entonces disculpa- respondió Tsukiyama, cortando el tema.
Observó su expresión y habló educadamente.
-De hecho hay un lugar al que me gustaría ir contigo. Por supuesto, no intento hacerte daño. 
 Ella era difícil de atrapar pero tenía que caer con esto. Tsukiyama continuó: - Estoy seguro de que podría ser de tu inte…
-Está bien.
Antes de que pudiera siquiera mostrar su carnada, ella había aceptado de inmediato la invitación. Esto dejó a Tsukiyama abrumado por un segundo. Jugando con su cámara, Chie dijo: -Suena interesante. 
 Ya veo. Ella también podría tener un desarrollado sentido del olfato.

PARTE III
Para que Chie aceptara acompañarlo, todo había resultado bastante fácil. Tsukiyama la había traído al hospital de la Universidad un poco lejos de la preparatoria.
Cuando ella vio a dónde la estaba llevando, le preguntó: - ¿No te sientes bien, Tsukiyama-kun?
No siendo capaz de mantenerse quieta, Chie se dirigió impacientemente hacia el hospital, tomando fotografías del paisaje exterior del hospital al mismo tiempo.
Tsukiyama habló – Me gustaría decirte algo primero, en serio me gustan los humanos.
-Tanto que quieres comértelos.
-No, no sólo me refiero a ese aspecto. Los humanos prosperan en esta tierra a pesar de no tener garras ni colmillos para sobrevivir en la selva. Me pregunto ¿cuál es la fuerza que los impulsa, cuál es su verdadera esencia?
-Pero de todos modos te los comes.
-Sí, me los como.
Los dos entraron al hospital, se introdujeron en el elevador y ascendieron hasta alcanzar la puerta general. Estaban solos en el elevador cuando Chie preguntó casualmente, -¿Está bien para ti pasear dentro del hospital así?
-Oh, está bien, todo va de acuerdo al plan.
Llegaron al octavo piso. No había únicamente una sala, sino también un atrio. El gran espacio abierto tenía césped extendiéndose a través de él con brillantes y opulentos árboles que creaban un área para que los pacientes se relajaran. Los pacientes y sus familias estaban platicando y riendo tranquilamente.
-Bueno, aquí estamos- dijo Tsukiyama, mirando hacia la enfermería. Dentro había varias enfermeras en espera. Una de ellas era una mujer joven que notó a Tsukiyama mirando.
-Oh, Tsukiyama-kun ¿estás aquí otra vez? ¿Y quién es ella?... Oh ¿acaso no es ese el uniforme de la escuela Seinan?
El ángel de blanco2  sonrió mientras los saludaba. Debió sorprenderse de ver a la pequeña niña con el uniforme de Seinan porque, no importa cómo la vieras, Chie no parecía una estudiante de preparatoria.
-Ella es mi amiga.
-¿En serio? – preguntó Chie, mirándolo sospechosamente.
-Las personas que comparten un secreto son normalmente llamadas amigos, sí.
Escuchando su intercambio, la enfermera los molestó diciendo que actuaban gracioso. De cualquier modo, los dos no encajaban mucho.
Tsukiyama le presentó a Chie, -Verás, mi familia  tiene algunas conexiones con el hospital de la Universidad. Y ya que el ambiente aquí es tan bueno, vengo a leer algunas veces, y un día ella comenzó  hablar conmigo. Es muy amable y educada, así que es muy popular con los pacientes. Siempre tiene esa hermosa sonrisa, así que no hay duda.
-Detente, eso es decir demasiado, Tsukiyama-kun.
La enfermera estaba extremadamente avergonzada pero Tsukiyama continuó. – Es sólo qu ella está experimentando un amor desgarrador actualmente.
-Espe-espera, ¡¿Tsukiyama-kun?!
Como para demostrar lo mucho que lamentaba su amor no correspondido, él hizo un exagerado movimiento al presionar su mano contra su pecho y sacudió la cabeza, continuando con la historia de amor.
-El doctor del cual se enamoró simplemente parece no fijarse en ella. Si tan solo llegara el momento adecuado, estoy seguro de que todo saldría bien, ya que no existe hombre que no pueda resistirse a su sonrisa.
Con sus más profundos sentimientos siendo expuestos, la enfermera se puso muy nerviosa, pero las palabras de Tsukiyama le arrancaron una sonrisa amarga mientras musitaba –Sería bueno si eso fuera verdad…
Pero justo en ese momento la sombra de una persona apareció detrás de su espalda.
Una voz ruidosa llamó de repente, - ¡Charlado indiscretamente con un jovencito!
La voz provenía del interior de un cuarto del hospital y pertenecía a un paciente que parecía tener más de noventa años. Su rostro estaba esculpido con innumerables arrugas y estaba completamente calvo. El paciente se acercó a la enfermera y la abrazó por detrás, dejando salir un quejido de insatisfacción.
-¡Gyaaaaah!– volviéndose hacia el paciente que se colgaba de ella, la enfermera le advirtió – Tiene que dejar de hacer eso.
- ¿Qué?
Por extraño que pareciera, Chie había dado clic al obturador en ese momento.
 
- Ya veo.
El anciano, que había retirado sus manos, sonrió y se dio la vuelta para volver a su cuarto. La enfermera sonrió incómoda y también se fue después de decir, - Lo voy a acompañar a su cuarto. Nos vemos más tarde.
Mientras los dos se alejaban caminando, Tsukiyama le explicó a Chie, -Ese anciano está hospitalizado porque tiene una enfermedad del corazón, pero a veces lo encuentras  vagando así, acosando sexualmente a las enfermeras jóvenes. Parece que se le olvida inmediatamente lo que hace, así que no siente ninguna culpa.
Y para variar, también olvidaba lo que otros le hacían. Fragmentos de memoria  siempre lo asaltaban, pero Tsukiyama se reservó ese pensamiento.
-Pero parece que es muy rico y tiene relación con un doctor que trabaja en este hospital, así que nadie le habla con severidad.
Chie no parecía estar escuchando su historia, mirando hacia abajo y revisando la pantalla de su cámara digital. Ella estaba absorta en sus cosas, pero a él no le importó esta actitud.
Tsukiyama se inclinó hacia sus oídos y susurró, -Quiero invitarte a mi cena de mañana.
Ella se movió sorprendida y lo miró.
-Sin embargo, quiero que te ganes tu pase para ese evento con tus propias manos. Mañana sábado a la medianoche quiero que te escabullas en la habitación del anciano y abras la ventana. Estoy seguro de que serás capaz de tomar maravillosas fotografías.
Esta era la carnada. Él quería dejar que su imaginación se desatara y su pequeño corazón latiera veloz. Tsukiyama estaba esperando por una respuesta. Entonces, dejando finalmente su cámara, Chie asintió y dijo, - Está bien.
-Esta será una cena divertida.
Los labios de Tsukiyama se curvaron en una sonrisa.

PARTE IV
A las siete y cuarto ya se había puesto oscuro cuando Hori Chie llegó sola al hospital de la Universidad. Hoy era el día en el que había prometido verse con Tsukiyama.
Había una razón por la cual había venido mucho antes de la hora acordada. Si lo pensabas un poco, sería difícil escabullirse en el hospital a medianoche. Todas las puertas probablemente estarían cerradas y habría guardias de seguridad. Por esa razón primero pretendió ser un visitante para entrar al hospital.
Chie caminó derecho hacia el baño de mujeres. Cuando entró al cubículo, puso su mochila en el suelo y sacó de ella su pijama para cambiarse. Guardó la ropa que estaba usando en la maleta y se colgó la cámara al cuello antes de cerrar el cierre. Ahora tendría que buscar un lugar para esconder sus cosas.
Chie se dirigió de nuevo a los jardines del hospital. Ahí, los arbustos de azalea crecían a lo largo del camino. Ella se quedó lejos de las luces y colocó su mochila detrás de algunos arbustos donde ninguna luz podía alcanzarla. Se apartó un poco para verificar si se veía, pero gracias a la oscuridad, estaba completamente oculta.
 -Ah.
Ding-dong-dang-dong. “Anuncio para nuestros visitantes. Las horas de visita terminarán dentro de poco tiempo”.
Las horas de visita estaban permitidas hasta las 10 pm en el hospital de la Universidad. Después de escuchar el anuncio, los visitantes comenzaron a dejar el hospital un por uno. Muchos pacientes se quedaban en la entrada para despedirlos.
Ella permaneció allí por un rato, apreciando la vista como ausente. Aunque se quedara por ahí, parecía una niña de escuela primaria o secundaria, así que la gente creería que se trataba simplemente de una niña sintiéndose sola después de que sus padres se hubiesen marchado a casa.
“El horario de visitas ha terminado”.
No mucho después de que hicieran el último anuncio, la puerta de entrada se cerró. Chie se escurrió entre los pacientes que regresaban a sus cuartos. Este hospital tenía más de mil pacientes que siempre iban y venían en fila. Incluso si trabajabas en el hospital, no había manera de poder recordar a todos los pacientes. Ella pasó de largo algunos doctores y enfermeras, y como su expresión no revelaba nada sospechoso, nadie le pregunto nada. Ella se metió en el elevador junto con otros pacientes.  
-Veamos…
El lugar al que había llegado era la sala general del octavo piso. Ahora la situación era muy diferente.
A diferencia de los doctores y enfermeras de atención ambulatoria, las enfermeras en esta sala podían reconocer a casi todos los pacientes que estaban a su cargo. Además, esta sala estaba llena de personas mayores. Si una chica que parecía de primaria o secundaria caminara por ahí, seguramente destacaría.
Una vez más, Chie entró al baño para evitar ser vista por una enfermera en turno nocturno. Ella cerró la tapa del inodoro, se sentó y esperó por un tiempo. Todavía había ruido en la sala y podía escuchar muchos pasos. Un paciente entraba al baño de vez en cuando, pero como había varios cubículos nadie se preocupó incluso cuando uno de ellos estaba siendo ocupado por largo tiempo.
Ella jugó con su cámara y se pasó el tiempo mirando las fotos que había tomado. Eran aquellas que había tomado el día anterior en el hospital, pero también la de Tsukiyama devorando un humano.
-Oh…
Cuando ya casi había transcurrido una hora,  se empezó a escuchar música clásica dentro de la sala. Chie miró hacia arriba.
Eran las 9 pm cuando las luces se apagaron. Una por una, las luces de la sala fueron apagadas a manera que terminaba la canción. Las luces en el pasillo de afuera del baño también estaban apagadas. No había señal de nadie.
Chie permaneció ahí por un tiempo más, y después de treinta minutos finalmente salió. Con pasos sienciosos, echó una mirada al pasillo pero no pudo ver a nadie. No obstante, debido a que había pequeños destellos de luz saliendo de las habitaciones de los pacientes, ella se preguntó si alguien todavía seguiría despierto. Con cuidado de no hacer ningún ruido, se quitó los zapatos y se los llevó en la mano. Continuó caminado a lo largo del pasillo.
La enfermería se encontraba en el centro del piso. Cuando ella echó un ojo dentro, vio a dos personas que parecían ser enfermeras. Se agachó para que nadie pudiera verla y cruzó cuidadosamente la enfermería. Las enfermeras del turno nocturno parecían estar muy ocupadas con su trabajo y no la notaron.
-Ya estamos aquí.
El lugar al que finalmente había llegado no era una gran habitación de reuniones pero sí un cuarto privado en la esquina del piso. Aquel en el que estaba el anciano que había conocido ayer.  Chie pegó su oreja a la puerta y escuchó un fuerte ronquido del otro lado, deslizó la puerta gentilmente.
 -¿…?
Cuando lo hizo, un dulce aroma la envolvió. No, era una fuerte fragancia. Mientras se preguntaba si era perfume lo que había olido, se dio cuenta de que las luces estaban apagadas. Era difícil poder ver, así que entró a la habitación con más precaución.
-Ah, está dormido.
Al lado de la ventana había una gran cama. Las cortinas estaban cerradas pero pudo diferenciar al anciano de ayer que había acosado a la enfermera. Trató de mover la mano en frente de sus ojos pero no obtuvo una reacción.
-Holaaaa- trató en de llamar en voz baja. Sin embargo, el anciano no se despertó. Después ella le picó las mejillas.
-No se va a despertar.
Él parecía estar hundido en un profundo sueño. Tal vez le habían recetado pastillas para dormir. Si ese era el caso, no se despertaría tan fácilmente. Se calmó y una vez más examinó la habitación.
-¡Wooow!
¿En serio a esto se le podía llamar el cuarto de un enfermo? El interior era muy espacioso  y  no solamente estaba equipado con su propio baño, pero con una bañera también. Además, había un sofá, una mesa, un refrigerador, todo parecía ser más elegante que en muchos hoteles.
Chie se sentó en el sofá y admiró al anciano. Si podía costearse la estancia en ese extravagante cuarto privado entonces seguramente era muy rico, justo como había dicho Tsukiyama. Como para presumir la autoridad que poseía, había varios tipos de regalos alineados en un estante, entre los que se encontraban un hermoso ramo de flores, pasteles e incluso frutas. Chie se incorporó y miró hacia una fruta en particular en la parte superior del estante. Cogió la que consideró más cara; un mango3. Esa parecía ser la fuente del dulce aroma que llenaba el cuarto, pero olía mucho más fuerte. Pensando que aquello era extraño, giró el mango para darse cuenta que la parte de atrás estaba descolorida y echada a perder.
-Hm…
Allí probablemente no había nadie para organizar los regalos que había recibido, aunque hubiera bastantes de todas las visitas que había tenido. Tampoco había señales de que el cuchillo para la fruta  hubiese sido usado. A nadie parecía importarle darle la fruta para que la comiera. Chie se sentó en el colchón y observó las fotos del anciano que había tomado ayer.
-Es solo cuestión de tiempo…
Revisó  la hora y vio que eran las 11:55 pm. Ya era casi la hora en la que había quedado con Tsukiyama. La chica se estiró y se arrojó en el sofá. La luz de la luna  brilló dentro del cuarto a través de las cortinas.
-¿…?
Podía oír pasos provenientes del pasillo, se levantó de inmediato y escuchó cuidadosamente. El sonido avanzó a través del silencioso pasillo y entró en el cuarto del paciente, se dirigió al pasillo otra vez y entró al cuarto de otro paciente. Parecía que la enfermera estaba patrullando y a este ritmo definitivamente entraría en el cuarto donde Chie se encontraba.
-Oh-oh
Miró a todos lados para encontrar un lugar donde esconderse. El baño o la bañera serían buenas opciones pero los pasos de la enfermera ya se estaban acercando.

-Qué se le va a hacer.
Chie aprovechó su pequeña figura y desapareció debajo de la cama. Sólo unos cuantos segundos después de que se escondiera, la puerta se abrió completamente y un rayo de luz iluminó el cuarto. La enfermera patrullera revisaría al paciente y se iría después de eso. Eso es lo que ella pensó, pero la enfermera inesperadamente cerró la puerta y no se acercó al anciano que dormía. En lugar de eso, se movió en dirección a los estantes y se detuvo ahí ¿Qué demonios estaba haciendo? Mientras Chie se preguntaba esto, podía escuchar a la enfermera abriendo envoltorios. Y luego se escuchó un ruido semejante al de masticar.
-Eran los dulces.
Parecía que la enfermera se estaba comiendo los dulces del anciano sin permiso. Mientras comía, se acercó al anciano. Chie podía ver los pies de la enfermera desde debajo de la cama. Estaba usando esos lindos zapatos de enfermera, así que debía tratarse de una mujer. Luego, el fuerte sonido de un golpe resonó en la habitación. Tal vez se estaba quitando las sobras de los dulces que le quedaban en las manos.
-Oye ¿sigues vivo?
Se escuchó otra golpe. Era diferente del ruido anterior y tenía un significado detrás.
-Vamos, respóndeme. Si no puedo confirmar que sigues vivo entonces no puedo ir a la siguiente habitación.
Era una voz fría y condescendiente. Otra vez se escuchó un golpe, y otro. Chie se dio cuenta entonces, la enfermera estaba golpeando al anciano paciente.

-Uuuugh- gruñó el anciano, pero eso no detuvo a la enfermera de seguirlo golpeando.
-¿De todos modos para qué estás vivo? Qué desagradable. No tiene caso para ti seguir viviendo. Deberías morirte. Eso es lo que todos piensan, que sólo deberías morir ¿Cómo es que sigues vivo? ¡Eres repugnante, ya sólo muérete! ¡Haznos un favor a todos y muérete! – gritó mientras abusaba violentamente del anciano.
Lo que atrapó a Chie no fue la atrocidad en sí misma, sino la voz de la perpetradora. Ella había escuchado esa voz antes. El sonido del hombre siendo golpeado una y otra vez llenó la habitación.
De repente, el sonido de algo siendo quebrado y destruido se hizo presente y se escuchó la voz de un hombre.
-¿Acaso no tenemos aquí a un hermoso ángel blanco?
La voz del hombre pertenecía claramente a Tsukiyama.
-¿Qu- Qué?
La enfermera estaba tan sorprendida por el inesperado intruso que se dobló el pie y cayó. Chie, todavía bajo la cama, pudo ver su cara. Era la enfermera del día anterior.
-¿Qué? ¿Por qué, Tsukiyama-kun? Es-espera un segundo ¡estamos en el octavo piso!
-Perdóneme por haber roto la ventana. Dije que la quería abierta pero el pequeño ratón parece ser un poco caprichoso.
Tsukiyama ingresó sin hacer ruido en la habitación mientras Chie se arrastraba fuera de la cama.
-T- tú estabas con Tsukiyama-kun ayer… ¿Qué está pasando ¡¿Por qué están aquí?!
-Perdóneme pero me gustaría que me dejara hablar a mí primero ¿Qué piensas de su” trabajo”, pequeño ratón? ¡Ella abusa de los pacientes así, noche tras noche!
Mientras le decía todo esto a Chie, Tsukiyama apuntaba con el dedo a la enfermera. Ella no pudo comprender su posición pero se dio cuenta de que estaba comenzando a transformarse en la peor situación en la que hubiera podido encontrarse. Comenzó a temblar de miedo. Mientras taladraba con la mirada a la enfermera, Tsukiyama arrancó la sábana de la cama. La figura del anciano que yacía allí fue expuesta.
-Hay signos de hemorragia interna.
La enfermera hizo una mueca de dolor.
-Así como él olvida lo que le hace a otros, también olvida las cosas que los demás le hacen a él. No sabe por qué lo lastiman y no lo recuerda. Es por eso que piensa que él se lastima a sí mismo. Fin de la historia ¿Acaso no se trata de una maravillosa trama? ¡Es magnifica, bravo!
Tsukiyama se giró hacia la enfermera y le aplaudió. Con un último aplauso, se detuvo y movió lentamente las manos hacia el área donde el anciano tenía la hemorragia interna y, con sus dedos, lo pinchó.
La más hermosa sonrisa se extendió a través del rostro de Tsukiyama.
-Muy bien, es hora de la cena.
R-r-i-i-p-p! El sonido de algo siendo desgarrado llenó la habitación.
Entre sus dedos, Tsukiyama sostenía la piel que había arrancado del anciano.
-¡¡¡Ahh!!” – la enfermera gritó desenfrenadamente.
-Verás, dicen que la piel de un hombre mayor es un manjar. Tiene un aroma único y la textura es adictiva, así que es bastante popular entre algunos.
Tsukiyama colocó lentamente la piel del anciano en su lengua. Para probar apropiadamente su comida, cerró los ojos, enrollando la carne cuidadosamente sobre su lengua. La mordió tranquilamente y la dejó deslizarse a través de su garganta. Luego sus ojos se abrieron de par en par.
-La perfecta sequedad de la parte superior de la piel que contrasta con el otro lado, tan suave y mojada en sangre, el cómo se entrelazan, el fuerte sabor que estimula la lengua en suprema ¡HARMONÍAAAAAA!
Extendió los brazos y los dobló hacia atrás como si mirara al cielo, sus ojos teñidos de profundo carmesí.
-N- no puede ser.
Brillando incesantemente, su kakugan saltó a la vista.
-¿Q- qué es…? ¡Ayyy, ayyy, me duele!
Así que el dolor debió haber alcanzado el cerebro del anciano y finalmente lo despertó.
Tsukiyama se chupó los dedos felizmente y le habló, -Comparado con las mujeres, la esperanza de vida de los hombres es menor ¡y el número de hombres alcanzando los noventas es mucho menor! ¡Alguien tan viejo como tú es extremadamente raro e invaluable!
Una vez más, Tsukiyama pellizcó la piel del hombre… y la arrancó.
-¡¡Gwaaaaaaaaaaaaahhh!!”
-Su piel está cubierta con una capa seca, es como polvo ¡Pero qué manjar!
-P- por favor detente, por favor detenteeee…
-¡De hecho es realmente placentero cómo es que la piel de un anciano se desprende tan fácilmente! ¡El tiempo que toma hasta que puede ser comida está haciendo esta cena muchísimo más entretenida!
Tsukiyama estaba pelando enérgicamente la piel del hombre. Ver esta monstruosidad dejó a la enfermera incapaz de seguir en pie. De alguna manera logró forzar una ronca y temblorosa voz.
-Tsukiyama-kun… ¿Tú eres un ghoul?
Tsukiyama masticó, tragó la piel y respondió.
-¡Já! ¡Yo soy el Gourmet! ¡Aquél que está en busca de la comida definitiva!
El anciano, que había entrado en pánico se giró sobre la cama y gateó tratando de alcanzar la mano de la enfermera.
-¡A-ayúdame, ayudaaaaa!
La piel de la mano que extendió había sido despojada por Tsukiyama, haciendo visible la carne fibrosa del interior.
-¡Ayúdame, haré lo que sea, te daré lo que sea! ¡Dinero, también tengo propiedades! ¡Te lo suplico, te lo suplicooo!
 El hombre tenía los brazos tan delgados y secos como una vara, y sus ojos estaban inundados de lágrimas. Él le suplicó a ella por ayuda. Las yemas de sus dedos la alcanzaron en la oscuridad frente a los ojos de la enfermera. Tragando con dificultad, la enfermera volvió a sus sentidos, apretó los dientes y gritó, - ¡Aléjate de mí, maldito vejestorio!
Aunque el anciano se encontraba en tal estado, la enfermera pateó su cuerpo con toda su fuerza. En ese momento una luz brilló en la oscuridad del cuarto. Lo que iluminó la habitación fue el flash de una cámara y el clic de un obturador completamente fuera lugar. Chie había capturado el momento en que la enfermera pateó al anciano en una fotografía.
-¡Excéntrico! ¡Ustedes fueron fascinantes hasta el final!
Tsukiyama les ofreció estas palabras de elogio mientras rápidamente cogía el cuello del pijama de la chica, levantándola con facilidad para encontrarse con sus ojos.
-No importa lo mucho que otros sufran, tú perseguirás tus intereses indiferentemente ¡Eso me gusta!  Lo he creído hasta el final, que lo que hace a los humanos prosperar tanto es ese apego a la vida. Ellos mantienen la máscara de una buena persona y mienten a los demás por su propio beneficio mientras los traicionan fácilmente. Creo que esta es la crueldad que les permite a los humanos llegar tan lejos. Sin embargo…
Tsukiyama sonrió a la chica.
-¡La diversión termina aquí!
Con estas palabras, Tsukiyama sacó a Chie por la ventana. Si la dejaba ir, ella se estrellaría la cabeza primero contra el suelo a sus pies, provocándole una muerte segura. El viento soplaba a lo largo del edificio, las cortinas de la habitación se agitaban. El cuarto del enfermo que había estado en caos momentos antes alcanzó un silencio temporal.
-Respóndeme ¿Qué es lo que ves ahora?
Él escondió su sonrisa de felicidad, y como para revelar todo y llegar al fondo de ella, retiró un dedo mientras se dirigía a ella.
-Tu miedo está aumentando, te estás llenando de desesperación. El mundo está perdiendo todo su color y tu corazón se está congelando.
Asfixiándose, el cuerpo de Chie se retorció y sus piernas se agitaron. Justo ahora, sus opciones eran muy limitadas. Podía intentar escapar y luchar desesperadamente o podría implorar patéticamente por su vida; esas eran sus opciones. De cualquier manera, un atisbo de emoción desde las profundidades de su corazón comenzó a emerger de alguna parte mientras flotaba en el viento.
Tsukiyama removió otro dedo.
-Ahora veamos ¿qué clase de persona eres?
No faltaba mucho para soltarla y que se encontrara tocando la puerta de la muerte. Tsukiyama esperó por su respuesta.
-¡¿…?!
Pero las palabras que estaba esperando nunca llegaron. Después de mirar hacia el cielo en silencio, se encontró con su mirada y colocó la cámara entre sus manos. Mirando a Tsukiyama a través del visor, liberó el obturador.
-Sí, esto es bueno.
Incluso en su último momento, cuando la muerte se estaba acercando a ella, Chie aún logró tomar fotos que no eran diferentes a las normales. Este hecho hizo que se le erizara la piel a Tsukiyama.
Ella no era un fracaso de persona si pensaba que no importaba sacrificarlo todo. No, para ella cada ser viviente existía en un mismo plano. Era este sistema de valores que sobrepasaba la ética lo que la hacía ver a todos con igualdad. Sin fronteras entre humanos y ghouls, perros y gatos, o incluso aves y peces; todos eran iguales. Esa es la razón por la que pudo aceptar las cosas tal y como eran, iba allá donde su curiosidad la llevaba, y continuaba tomando fotos que la estimulaban. Era algo infinitamente puro y no había manera de vivir más acorde a los instintos de uno mismo que ésta.
Tal vez su espíritu se parecía al suyo; el de continuar con persistencia la búsqueda de comidas gourmet.
-¿Acaso no es interesante?
Tsukiyama la cogió de la ropa con firmeza y la alzó de vuelta a la habitación del enfermo con un balanceo.
-¡Uff!
El equilibrio de Chie debió haberse perdido mientras estaba colgando en medio del aire, porque cuando bajó su espalda hacia el suelo, se tambaleó y casi se cae. Pero se recuperó en un instante y cuando se sostuvo con firmeza en sus dos piernas, dijo, - Ah… estoy viva ¡Pero qué suertuda soy!
Aunque apenas y había escapado de la muerte, se regocijó por sobrevivir en un tono casual. A Tsukiyama se le ocurrió de repente, -¡Ahora entiendo! ¡Eres una mascota!
Tsukiyama estaba feliz de haber encontrado su respuesta pero Chie únicamente lo miró, confundida.
 -¿Qué?
-¡Me estaba preguntando por qué no podía encontrarte ni un poco apetitosa pero ahora todo tiene sentido si te miro como un humano a una mascota!  Pequeño ratón, ¡a partir de hoy te convertirás en mi mascota!
-Um, no.
Chie se rehusó inmediatamente y comenzó a revisar las fotos que había tomado.
Sin importarle el haber sido rechazado, Tsukiyama le palmeó la cabeza sin reservas y dijo, - ¿Es este el encanto que sienten algunos humanos con los gatos que no quieren estar cerca de ellos? ¡Verdaderamente fascinante!
Viéndolo de ese modo, él también pensó que su tamaño era conveniente y parecía fácil conservarla.
Chie soltó la cámara y miró hacia Tsukiyama cambiando abruptamente de tema, -Ah, más importante, Tsukiyama-kun ¿has escuchado de las entradas programadas en los blogs?
-Claro que sé sobre eso. Es la herramienta con la que escribes un artículo con anticipación y programas la hora en que será publicado ¿No es así?
-Correcto. La verdad es que programé esa foto de ti mientras comías, la que tomé hace tiempo, para ser subida exactamente a la una de la mañana.
Era una foto brutal en la que cualquiera podría decir a simple vista que él era un ghoul. Así que ella tenía planeado subirla online. Pero no parecía que tuviera intenciones de amenazarlo o chantajearlo.
-La programé en caso de que mi cuerpo no pudiera ser encontrado porque realmente no me hubiera gustado eso. Así que escribí: “¡El culpable es Tsukiyama Shuu-kun! Estudiante de la Escuela Preparatoria Superior afiliada a Seinan Gakuin, por favor háganse cargo de eso!”, pero ahora que parece que he sobrevivido debería borrarlo.
Resultaba ineficiente a primera vista pero era una acción bastante lógica. Parecía tonta pero aun así ella tenía una mente aguda y astuta.
Chie miró hacia afuera de la ventana donde había estado colgando hasta hace unos momentos y señaló cierto arbusto de azaleas un poco lejos de donde ellos estaban. Había escondido sus cosas ahí.
-Ah, pero ¿cómo debería salir de aquí? No es como que pueda caminar por el hospital e irme ¿verdad? No pensé tan lejos- dijo preocupada, masajeando su frente con su dedo índice y describiendo movimientos circulares. Viendo esto, Tsukiyama explotó en carcajadas. La actitud de la chica, quien no había planeado más allá de esto, no encajaba bajo ninguna categoría. Ella una existencia única llamada Hori Chie.
-Pues bien ¿deberíamos irnos?
Los resultados de hoy habían sido lo suficientemente satisfactorios y su asunto ahí estaba terminado.
-¡¿Hm?!
Tsukiyama cogió a Chie y, cargándola bajo su brazo, puso un pie en el filo de la ventana. Miró al hombre que había estado llorando fuertemente y luego a la enfermera que se estremeció y contuvo el aliento mientras él le devolvía la mirada. Sus ojos la hicieron temblar de miedo pero Tsukiyama simplemente sonrió y dijo, -Creo que nosotros tres podemos volvernos muy buenos amigos.
-¿Q-qué?
Sin saber a lo que se refería, ella alzó su voz en sorpresa. Sin responder, Tsukiyama brincó con ligereza fuera de la ventana.
-¿A qué se refería con eso?
Quien amenazaba su vida se había marchado. No obstante, la enfermera todavía no podía dejar de temblar y permaneció sentada en el suelo. Estaba demasiado abrumada y sorprendida para que su cuerpo pudiera moverse.
De todas las cosas, el primero al que había de poner de pie no era a ella sino al anciano que había estado arrastrándose por el suelo. Pero colapsó otra vez y comenzó a gritar –¡Ow, oooow!
Viendo las deplorables condiciones del hombre de algún modo hizo que la enfermera recuperara algo de su compostura. Colocó ambas manos en la pared y se levantó lentamente. Por ahora, debía volver a la enfermería y reportar al ghoul. Alcanzó la puerta del cuarto.
Luego la lastimera voz del anciano hizo eco en la habitación, -¡No olvidaré esto!
La enfermera se volvió hacia él, sorprendida.
-¡No olvidaré las cosas que me hiciste, no lo haré!
El anciano flaco, sangrando por todas partes, taladró a la enfermera con un fuerte destello de conciencia en sus ojos.
-¡Voy a revelarlo todo! ¡Y también que me golpeaste! ¡No puedes ni siquiera cuidar apropiadamente de los pacientes, maldita mujer!
De golpe, algo se rompió dentro de ella. Algo que se había desgastado hasta casi alcanzar su límite. La enfermera bajó la mano que había extendido hacia la puerta y sin emitir una sola palabra volvió sus pasos en dirección al anciano.
Pasó de largo y del bolsillo de su uniforme blanco extrajo los guantes que tenía preparados. Sus pasos se detuvieron en frente del estante. Al lado de la fruta que emitía un dulce aroma reposaba el cuchillo. Ella lo tomó silenciosamente.
-¿Q-qué?
La enfermera se dirigió hacia el anciano. La luz de la luna que entró en la habitación cayó sobre la punta del cuchillo.

PARTE V
Habían transcurrido unas cuantas semanas desde el incidente en el hospital. Era un día entre semana. En una cafetería cercana, Tsukiyama estaba bebiendo café. Frente a él, estaba sentada Hori  Chie, devorando una crêpe
-Por cierto ¿has visto lo que pasó después de aquel incidente?
Cuando se terminó de llenar el estómago, Chie abrió su laptop y comenzó a presionar el teclado. Giró la laptop y le mostró lo que estaba en la pantalla.
Él vio el sorprendente titular de un artículo: “Paciente asesinado, Tragedia en el Hospital de la Universidad”.
La víctima fue un hombre de 94 años de edad. Su piel fue arrancada pero de haber sido tratado lo suficientemente rápido podría haber sobrevivido. Y aun así, leyó las palabras “asesinado” y “muerte”.
-Es como si me estuviera culpando por este crimen. Eso me pone triste.
El artículo decía: “La enfermera que estaba patrullando en el turno de la noche trató de proteger al paciente de un ghoul, pero perdió la conciencia después de haber sido atacada y herida.
Tomando de vuelta su laptop, Chie respondió, -Fue tu culpa en primer lugar, Tsukiyama-kun.
-Ella siempre mantuvo su crueldad oculta. Podía sentirla.
Escuchando sus palabras, Chie miró los datos de su cámara digital y seleccionó cierta fotografía. Una vez más, estaba viendo la foto del anciano colgándose de la enfermera y dijo: -Oh, sobre eso. La verdad es que fui y me encontré con esta enfermera.
-Así que tienes buenos instintos también.
Para la enfermera, ella era la persona que tomó una fotografía en un momento crítico. Dependiendo de la situación, pudo haber dañado a la chica como era normal, pero Chie habría cruzado calmadamente un puente peligroso.
-De cualquier modo, ahora que ella es la “Enfermera heroína de una tragedia”, parece que ha ganado simpatía por sus acciones en el hospital.
 -¿Eh?
-Gracias a eso finalmente fue capaz de comenzar a salir con el doctor del que estaba enamorada. Está agradecida contigo, Tsukiyama-kun. Dijo que tú eras como un dios.
El mundo es cruel. Una buena acción no necesariamente ayuda a una persona, y una fechoría no siempre descarta la felicidad. Precisamente por eso es tan interesante.
-No hay nada más poderoso que la reina de la tragedia…- dijo Tsukiyama, lamiendo los rastros de café en sus labios. 
–Estoy ansiando por el tiempo en el que ella sea flambeada por su felicidad.
Pero esto no era suficiente. Era insatisfactorio. Sus papilas gustativas la anhelaban. Una extravagante comida gourmet que le provocara felicidad y éxtasis.
- FIN -




[1] NT: Hakone-Ekiden es una carrera de estudiantes universitarios que va de Tokio a Hakone y de vuelta, es muy famosa en Japón y se celebra durante el año Nuevo japonés. Muchas familias se reúnen y miran esta carrera.

No hay comentarios :

Publicar un comentario