Tokyo Ghoul Days| Capítulo 03 - Estreno
Finalmente, la novela que muchos estaban esperando, aquella que muchos rogaron que tradujéramos. ¡¡Esas novelas de nuestra tragedia favorita que todos queríamos leer, al fin están aquí!!
Debo decir que tras leerla gracias a la traducción que nos ha hecho Steff, nuestra traductora de las novelas ligeras de Tokyo Ghoul, me gustaron bastante.
No serán novelas imprescindibles para la historia, sin embargo para aquellos interesados en abundar un poco mas en el pasado de algunos personajes (o sea los verdaderos fans de la historia) les interesara mucho el leerlas.
Ahora, una pequeña aclaración con respecto al porque empezamos con la tercera historia. Pues veran, resulta que las novelas en su mayoría y lamentablemente no estan completamente traducidas, algunas estan casi por completo (omitiendo algunos detalles poco importantes), pero otras son meros resumenes. Por ende, decidimos empezar desde las novelas mas completas hasta las mas resumidas, aprovechando que son historias cortas y autoconclusivas por si solas.
Sep, no importa el orden en que las lean, no les cambiara mucho la percepción de estas. Esta en especial nos cuenta el pasado de Tsukiyama y el como conoció a Chie, aquella fotografa bastante rara que conocieron Urie y Shirazu al inició del manga de :Re.
Espero que las novelas sean de su agrado, para aquellos que nunca habían leido una. Es un poco distinto a leer manga, ya que suelen incluir pocas ilustraciones, pero si le toman el gusto no les hara mucho problema. Como su nombre lo indica son "novelas ligeras", así que no son tan densas como una normal.
Sin más que decir, me despido. Esto es Tokyo Ghoul Days y yo soy Joax-kun (plagio alevoso de la presentación de Owl)
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Tokyo Ghoul Days| Capítulo 03
Traducción: Steff
Corrección: Joax-kun
-Qué se le va a hacer.
PARTE
I
Tenía que decirle al mundo él mismo. Que él era “El
Gourmet” Tsukiyama SHuu. Esta historia sucedió unos años antes de que Kaneki
conociera a Rize, un tiempo en el que Kaneki pasó sus días como humano bajo la
ilusión de que el mundo estaba en paz. En esta ciudad, los ghouls ya existían.
Durante una noche en la que la luna brilló hermosamente, Shuu estaba cazando
cierta presa. La parte de la presa que más le gustaba eran sus pantorrillas.
La rutina diaria de su presa era correr después del
trabajo, y se decía que alguna había participado en un gran maratón japonés.[1]
Pero ahora el hombre ya no tenía piernas para
correr nunca más. La imagen de él dándose cuenta de una persona sospechosa
detrás de él y tratando de zafarse con toda su fuerza había sido hermosa, pero
para un ghoul como Tsukiyama, era lo mismo que atrapar a un niño.
-Tus piernas, que vi saltar sobre el suelo… sin un
rastro de músculo innecesario. Estoy agradecido por tu vida. Estabas corriendo
toda tu vida para llegar a este preciso momento, ¡para de ser ingerido por mí!
En medio del parque donde no se veía ni un alma, el
hombre que ahora ha perdido sus dos piernas yace sumergido en el mar de su
propia sangre. Ha perdido la conciencia debido al shock causado por la pérdida
de sangre. Ya sin obtener más reacciones de él, Tsukiyama se sentía solo. Pero
aun así, sostuvo esas piernas entre sus manos y éstas estimularon su apetito al
máximo.
-No se preocupen, por supuesto que ustedes son el
plato principal. Fueron tan amables de hacer los arreglos preliminares ¡Ahora
debería comer su carne antes de que comience a echarse a perder!- dijo
Tsukiyama, mientras que una expresión de éxtasis aparecía en su cara al mismo
tiempo que tomaba la parte inferior de la pierna del hombre entre sus manos y
comenzaba a retirar la sangre de un lametazo.
El cuerpo de Tsukiyama claramente había dejado de
ser el de un niño; sin embargo su comportamiento seguía siendo demasiado
infantil para referirse a él como un adulto. No obstante, sus pupilas, las
cuales se habían vuelto carmesí como una granada y lo hacían ver monstruoso,
despedían un encanto fascinante.
Tsukiyama Shuu tenía 16 años. Cuando el sol se
alzaba, él era sólo un estudiante de preparatoria normal que se esforzaba en
sus estudios, pero su verdadera identidad era aquella de un “ghoul”. Él era una
existencia elegida, un ser que había sido escogido, y lo que resultaba esencial
para mejorarlo todavía más era la parte del “Gourmet”.
-¡Conviértete en mi alimento para hacerme brillar
todavía más!
Fue en ese
momento cuando Tsukiyama abrió su boca tan grande que su agraciado rostro se
distorsionó mientras intentaba morder vigorosamente la parte inferior de la
pierna del hombre.
- ¡¿…?!
De repente vio una luz deslumbrante. Un destello
como un rayo fue acompañado por el sonido de clic de un obturador.
Mientras masticaba a fondo la carne que había
arrancado, Tsukiyama se volteó hacia la fuente del sonido y la luz. Sin
embargo, incluso antes de que pudiera darse cuenta de la situación, escuchó un
sonido inesperado.
-¡Muy bieeeeeeen, lo tengo!
Una persona sostenía una cámara réflex con la mano
derecha y apuntaba con la izquierda hacia el cielo estrellado. A juzgar por su
apariencia, era una chica que podría haber estado en escuela primaria.
Arrastrando la consciencia de la comida en la que se estaba concentrando, se
giró hacia la chica y dejó que la carne que había arrancado pasara por su
garganta sin masticarla apropiadamente.
En el momento en que su garganta hizo un sonido al
tragar, Tsukiyama finalmente volvió a sus sentidos, comenzó a temblar de enojo
y dijo, -¡¿Cómo te atreves a interrumpirme?!
Tuvo que tragar la carne sin siquiera ser capaz de
saborear completamente su cena. Permaneciendo
completamente ignorante a este hecho, la chica saltó de arriba abajo como
personificando a la alegría con todo su cuerpo.
- … Interrumpiste mi ¡PRIMERA MORDIDA!
Tsukiyama arrojó la pierna del hombre y
pateó el suelo. El impacto en el punto donde él había pisado fue tan grande que
se formó un hoyo. Tsukiyama fue directamente hacia la chica y le enseñó los
dientes con la intención de acabar con su vida. Unos segundos después el número
de cuerpos aumentaría.
-¡Wow!
Sin embargo, la chica se hizo chiquita, agachándose y
escondiéndose detrás de la resbaladilla.
El puño de Tsukiyama
destruyó el soporte de la resbaladilla, y mientras hacía eso, la chica alzó la
voz y dijo, -¡Woooow! – en admiración, lo que hizo difícil pensar que se encontrara
en esa situación. Luego huyó a toda velocidad, haciendo que su mochila se
balanceara de atrás para adelante ¿Cómo es que pudo evadir su ataque? Tal vez ella era un ghoul ¿o tal vez una investigadora?
Pero ella no olía como un
ghoul y no había signos de contramedidas humanas para ghouls: un quinque. Tenía
una esencia humana bastante normal que podría ser encontrada en cualquier
lugar.
Ella parecía conocer los
alrededores bastante bien porque escapó rápidamente hacia el centro de la
ciudad sin dudar. Él percibió que era mucho más rápida que el hombre de pies
ligeros que había elegido para la cena. Ella corrió sobre una estrecha línea y
calmadamente atravesó la casa de otra persona, siguió hacia adelante, hacia
atrás, hacia la izquierda y hacia la derecha, describiendo movimientos
desenfrenados. Tsukiyama brincó un montón de cajas cercanas, saltó hacia un poste de electricidad, se
apoderó de un tornillo y con un gran balanceo, como si se tratara de un atleta de barra fija, se
catapultó a sí mismo hacia la cima del edificio.
-¡Tú! ¡Veloz e inquieto
ratón!
Ya entrada la noche, cuando
la ciudad entera dormía, se escucharon rápidos e inusuales pasos. Incluso si
uno no podía distinguir a la figura corriendo, podía sentirla; y por sobre todo
lo demás, Tsukiyama poseía un excepcional sentido del olfato. Después de un
rato la chica entró a un callejón estrecho y
se detuvo. El juego de la persecución había terminado.
Él brincó sin hacer ruido
desde el techo y descendió a una corta distancia de ella. La chica, que le daba
la espalda, se sentó, su cuerpo temblando constantemente. Él se preguntó si
temblaba de miedo.
Una vez más, Tsukiyama
observó la figura de la chica. Era de baja estatura con cabello negro y un
corte casual. También podía ser porque
estaba sentada, pero su figura era redondeada y eso la hacía parecer un
hámster.
Su cuerpo era tan poco
interesante que él se sorprendió de que un humano pudiera ser tan poco
atractivo. No obstante, interrumpir la comida de Tsukiyama Shuu era un crimen
grave, y mientras se preguntaba cómo debería liberar su enfado, comenzó a
caminar hacia ella.
Pero ahora la chica se dio
la vuelta y exclamó un gran, -¡TARÁN!
Parece que a pesar de todo ella no entiende la
situación, pensó él
mientras el rostro radiante de ella aparecía frente a sus ojos. Incapaz de
adivinar qué demonios estaba pensando, se quedó quieto por un momento. Al verlo
en ese estado, ella gritó desde lejos,
-¡Mira ¿No te parece
genial?!
Alzó la laptop en sus manos
revelando lo que había en la pantalla.
-Espera, ¡¿e-ese soy yo?!-
Se trataba de una foto de Tsukiyama mientras estaba a punto de morder a su
presa. Ella soltó un gran suspiro y se paró de un salto para mirarlo a la cara.
-Tú eres Tsukiyama Shuu
¿verdad? - otra sorpresa, ella había pronunciado su nombre ¿Quién demonios era
este hámster?
Inmediatamente, él se puso
a la defensiva y se mostró cauteloso. La chica sacó algo de su mochila.
-¡Mira esto!
Ella le mostró sin titubeo la credencial de identificación
de la escuela a la que Tsukiyama iba, la Escuela Preparatoria Superior,
afiliada a la Universidad Seinan Gakuin. Ahí, junto la foto de su
identificación, estaba escrito el nombre Hori Chie.
No muy seguro de que esa
fuera la pronunciación, Tsukiyama preguntó dubitativo:
-¿Hori… Chie?
Ella cerró la
identificación de estudiante con una sonrisa despreocupada en la cara, -Sí,
puedes llamarme Hori Chie. Estoy cansada de correr tanto ¡Invítame algo dulce!
Tsukiyama Shuu se sentó a
la mesa de un café que seguía abierto hasta tarde en la noche. En frente de él
se sentó Hori Chie, quien se llenaba la boca con un parfait extra grande a gran
velocidad. Devoró ávidamente la comida de una forma tan indecente que lo dejó
preguntándose si no había comido en días.
-¿No puedes comer de forma
un poco más elegante, pequeña y sucia roedora?
Ella parecía estar harta de
su taza de café y replicó:
-No soy una dama, de todos
modos.
En efecto, si la mirabas,
desde la cabeza a los pies ella se encontraba muy lejos de ser una dama. Una
chica como esa iba a la misma escuela preparatoria que él, y por si fuera poco,
parecía ir en el mismo grado. Rápidamente, Hori Chie terminó de comer su
parfait, bebió su jugo y finalmente comenzó a hablar.
-¿Sabes? De alguna manera
yo sabía que olías a primicia, Tsukiyama-kun.
Una primicia. En ese caso, ella iba a vender esta información en alguna parte o tal vez iba a intentar amenazarlo. Pero la chica acarició gentilmente su cámara y dijo: -Es por eso que estaba a la espera, por un largo tiempo ¡Y bingo! Estoy completamente satisfecha.
Escuchándola hablar sobre sus logros, Tsukiyama se preguntó si ella no estaría jugando al gato y al ratón con él. Depositó la taza en el plato y preguntó: -¿Cuál es tu objetivo?
Una primicia. En ese caso, ella iba a vender esta información en alguna parte o tal vez iba a intentar amenazarlo. Pero la chica acarició gentilmente su cámara y dijo: -Es por eso que estaba a la espera, por un largo tiempo ¡Y bingo! Estoy completamente satisfecha.
Escuchándola hablar sobre sus logros, Tsukiyama se preguntó si ella no estaría jugando al gato y al ratón con él. Depositó la taza en el plato y preguntó: -¿Cuál es tu objetivo?
En respuesta a eso, Chie
ladeó la cabeza, -¿Cuál objetivo? Ya lo he conseguido.
-Pardon me?(¿Perdón?)
-Mira...- dijo ella
moviendo su cámara de arriba a abajo. – Yo sólo estaba siguiéndote porque
quería tomar una foto increíble. Pero esto superó mis expectativas, es por eso
que ya he alcanzado mi objetivo.
-¡Eso no puede ser, no hay
manera de que alguien tuviera una primicia decisiva contra alguien tan magnífico
como yo sólo porque de casualidad ese era su hobby y lo deje así nada más!
-¿Entonces quieres que te
descubra? Si eso es lo que quieres, puedo hacerlo en cualquier momento- dijo
Chie, y escarbó en su mochila para sacar la laptop.
-¡Non, non! Cálmate
un poco, pequeña amiga. – respondió Tsukiyama con su usual hábito de mezclar
palabras extranjeras. Aunque ella
replicó con un “¿Qué sucede?”, obedeció y puso la mochila a su lado.
¿Por qué estaba tan calmada
incluso cuando lo tenía frente a ella? Un ghoul que a escasas horas estaba a
punto de devorar la pierna de un hombre. Y es más, nadie había escuchado de una
persona que fuera capaz de capturar la escena de semejante e inhumana atrocidad
con tanta calma como ella ¿Cuál era la base para tal mentalidad? Tal vez, justo
como el proverbio de las habilidades del halcón, ella sólo era un humano
anormalmente perceptivo. Fue capaz de capturar un momento crucial sin que él se
diera cuenta, así que ciertamente podía ser posible.
Sí, esa podría ser la
respuesta más convincente.
Tratando de cambiar la
dirección de la conversación, en esta ocasión él le preguntó,
- Entonces el acto de tomar
una foto debe ser algo muy precioso para ti, tanto que hasta arriesgarías tu
vida por eso.
Muchos humanos se abrían al
diálogo encantados cuando hablaban de algo que les apasiona. Bueno, los ghouls
probablemente no eran diferentes en ese aspecto.
No obstante, ella parecía cansada de la conversación porque
comenzó a balancear sus pies hacia arriba y hacia abajo diciendo, -No, no estoy
pensando en cosas tan complicadas y no quiero morir tampoco.
No había señales de que
mordería el anzuelo.
-No entiendo ¿entonces por
qué lo hiciste?
-¿Hm?
La chica tenía
la mirada perdida y se hundió en el silencio por un tiempo. Estaba bien, él
esperaría por su respuesta, y sin importar cuán triviales fueran sus palabras, arrancaría
sus pensamientos más inconscientes y
sacaría a la luz su verdadera naturaleza. Pero su respuesta estuvo muy por
debajo de sus expectativas.
-Ah, ya me estoy cansando.
-Ah, ya me estoy cansando.
Hori Chie dejó escapar un
bostezo maleducado, se frotó los ojos, se levantó y dijo, -La verdad no tengo interés en mostrar la foto
a nadie. Aprecio mi vida y todo. Gracias por el parfait, nos vemos.
Se puso su mochila y
comenzó a salir tranquilamente.
-¡Espera, roedor!
Sin escuchar el llamado de
Tsukiyama, ella se fue del café dejando que él pagara su cuenta.
-¡Santo
cielo! ¡Tan sólo imaginar que se me
adjudicaría un error como este!
El abandonado Tsukiyama ordenó otra taza de café y se perdió en sus
pensamientos. Matar a la chica podría ser lo suficientemente fácil, pero
borrarla completamente sabiendo tan poco sobre ella sería muy precipitado.
También cabía la posibilidad de que
fuera alguna clase de trampa y si él simplemente se abalanzara sobre
ella podría haber algún tipo de terribles consecuencias.
Hundido en sus
pensamientos, escuchó una voz gentil detrás de su mente que le dijo,
-Tsukiyama-kun, deberías ser un poco más
cuidadoso.
Era la voz del dueño del
café Anteiku, Yoshimura. Cuando lo detuvo el otro día, le había dado este
consejo. En aquel entonces Tsukiyama le dijo que todo estaba bajo control y que
no había nada de qué preocuparse ¿pero y ahora?
Señor Yoshimura ¿acaso estaba hablando del pequeño
ratón? Por cosas como
éstas, Yoshimura no podía ser una persona fácil de ignorar.
Tsukiyama empujó la taza de
café con su dedo.
PARTE II
La prestigiosa Escuela
Preparatoria Superior, afiliada a la
Universidad Seinan Gakuin. Su atractivo
era su objetivo educativo de realzar el valor del individuo y dejar a los
estudiantes crecer como personas. Para lograrlo, ellos respetaban especialmente
la libertad y la creatividad de los estudiantes. Muchos hijos de influyentes y
ricas familias estaban inscritos allí, y por supuesto, también el que era
conocido como la “celebridad” de la escuela.
-Buenos días,
Tsukiyama-san.
-Te ves bien hoy.
-Ah, buenos días, charming girls. Es como si
escuchara a los ángeles cantar.
Usando palabras
encantadoras, enunciadas de forma tan elegante, uno podía sentir inmediatamente
su sofisticación. Los padres de esas jóvenes les enseñaron modales y ellas
habían sido refinadas toda su vida, así que Tsukiyama les devolvía su mejor
sonrisa.
-¿Encantadoras?
-El que en serio pueda
decir cursilerías como esas es…
A diferencia de la división
de primaria y escuela secundaria, más estudiantes comunes eran permitidos para
unirse a la división de preparatoria. Había algunos un poco groseros entre
ellos. Tsukiyama se giró para mirar a los estudiantes en la esquina del salón
que estaban haciendo comentarios sobre él.
-Cualquiera que vea a estas
jovencitas pensaría de esa manera. Yo sólo di mi opinión. El que niegues mis
honestos cumplidos me duele un poco.
Aunque estoy en lo correcto ¿No es verdad?, pensó entrecerrando los
ojos. Absorbidos por el aire peculiar que Tsukiyama provocó con sus palabras, los
dos estudiantes se callaron. Aunque él no mostrara sus colmillos, los débiles
no tenían oportunidad contra los fuertes.
-Oh,
antes de que lo olvide…
Tsukiyama dejó el
salón y se dirigió hacia uno de los dos salones inferiores. La persona en la
que estaba pensando no había llegado a la escuela todavía, así que se recargó
en la pared del pasillo, con los brazos cruzados, y esperó por cerca de diez
minutos.
-… Ahí está.
El sonido de ruidosas y
apresuradas pisadas alcanzó los oídos de Tsukiyama. Era la chica que con
su cámara lo había atrapado comiéndose a
su presa, Hori Chie. Cuando él la vio, notó la cámara colgando de su cuello y
la mochila que parecía ir en contra de las reglas de la escuela. Tsukiyama se
incorporó del muro y se giró hacia la chica. Parece que por fin lo había
notado.
-¡Buenos días!
Pero tan pronto como ella
dijo eso, entró rápidamente al salón. Tal vez sólo era como ella había dicho la
noche anterior, ya tenía lo que quería así que no tenía intenciones de estar
involucrada con él nunca más. No, era demasiado pronto para sentirse aliviado
porque ella había descubierto su secreto.
A partir de ese día, Tsukiyama había comenzado a vigilarla con precaución.
-¿Hori-san? No estoy
seguro si debería decir esto pero ella
es famosa por ser un bicho raro.
Cuando le peguntó a los
demás estudiantes sobre ella, todos dieron la misma respuesta. Todos le
dijeron que ella era una maniaca de la fotografía con un bizarro espíritu
despreocupado. Él no había sido consciente de ello, pero ahora la notaba
cazando insectos en el patio durante el receso y trepando árboles después de la
escuela, tomando fotos del cielo. Era siempre inquieta y activa, y hacía cosas
raras.
-¡Oh mira, es
Hori-san!
-Ella sí que es animada.
Mientras escuchaba
los cuchicheos de los demás, Tsukiyama oyó los pasos de Chie acercarse. Sus
pasos resonaron con un stacatto constante ¿Qué tan energética podía ser?
-… Hm, finalmente está
aquí.
Luego sus oídos detectaron
pasos diferentes en la distancia. Durante el receso, la maestra del aula,
Matsumae, apareció en el salón. Ella le preguntó: -Tsukiyama-kun ¿tienes un
momento?
-Sí- respondió Tsukiyama,
siguiéndola al pasillo.
Matsumae le preguntó en una
voz tan baja que no podía ser escuchada por nadie alrededor.
-¿Debería eliminarla,
maestro Shuu?
Tsukiyama sacudió la cabeza
a manera de amonestación.
-Matsumae… estoy feliz de
que quieras ir tan lejos pero este es mi problema. Además, si puedo superar
este problema siento que puedo recuperarme otra vez. Tengo que arreglar las
cosas por mí mismo.
Ella era un sirviente
de la familia Tsukiyama, Matsumae. Por supuesto, también era un ghoul.
-Yo… me
disculpo. No estaba en posición de
entrometerme en los asuntos del maestro Shuu. Estoy avergonzada de mí misma.
-No, está bien. Tus
sentimientos me fueron transmitidos adecuadamente. Dejando eso de lado ¿Serías
tan amable de investigar a esa chica?
Matsumae hizo una
respetuosa reverencia con su cabeza en asentimiento.
-Sí. Hori Chie. Su familia
es muy normal. Ella lo hizo bien en su examen de admisión, así que parece que
fue admitida en la escuela con una beca. Sin embargo, después de que entró sus
calificaciones bajaron, se volvió
inconstante y resultó difícil para ella continuar recibiendo la beca.
Parecía que ella no era
dedicada en los estudios. Si ese fuera el caso ¿entonces por qué escoger esta
escuela? Justo cuando Tsukiyama se estaba preguntando esto, Matsumae dijo,
-Parece que la razón por la
cual aplicó a esta escuela fue porque era la más cercana a su casa. Después
de eso ella mejoró sus calificaciones al grado de que pudo obtener la beca,
pero como ya estará enterado, la única cosa que la hace arder con pasión es la
fotografía. No parece que participe en actividades de clubs, pero cuando hablé
con el encargado del club de fotografía y miré sus fotos, él dijo que había
tantas fotos tomadas con tan poco uso de técnica que lo dejaron preguntándose
si no las habría tomado un niño. No obstante, también señaló que había algunas
fotos tan excelentes que ningún amateur podría tomar.
Tal vez ella era tan
inconstante con la fotografía como lo era con los estudios; como un cerdito de
guinea moviéndose por todos lados sin propósito.
-También enseño en su
clase, pero en mi honesta opinión, no veo nada especial en ella. No es lo
suficientemente estudiosa para llamarla trabajadora pero tampoco es tan
relajada como para llamarla perezosa.
-Estás diciendo que no
puedes distinguirla entre un idiota y un sabio. Es justo como la carta del
tarot número cero, “El tonto”.
-Lo siento por no haber
sido de ayuda.
-No, está bien. Dime si te
enteras de algo más.
-Como usted ordene.
Aparentemente, las cosas se
habían vuelto realmente difíciles. Aun así, le intrigaba cómo es que podía
estar envuelta en misterio incluso tras ser investigada. Tal vez ya era tiempo
para incrementar su conocimiento sobre los humanos.
Cuando Tsukiyama regresó al
salón y llegó a su asiento, la chica que se sentaba al lado de él le preguntó, -¿Sucedió
algo?
Tenía un hermoso cabello
negro como la seda y una mirada intelectual. En contraste con la impresión que
dio, un destello de entusiasmo se asomaba detrás de esos ojos.
-¿Estabas escuchando, Miss Ikaru?
-Es porque hablaban tan
alto. Incluso me estaba preguntando si no me estaban dejando escuchar a
propósito. Así que ¿Qué sucedió con Hori-san?
Escuchar sus voces
susurrantes en el pasillo del salón, que estaba lleno de ruido durante el
receso, era una hazaña que ningún humano
ordinario hubiera sido capaz de lograr. Sin embargo, era otra historia para los
ghouls. Ellos normalmente se ocultaban a sí mismos y esta chica era uno de esos impresionantes
ghouls que trataban de encajar en la sociedad humana. Su gran esfuerzo y
actitud eran algo de lo cual sorprenderse.
-La verdad es que ella me
tomó una foto durante mi “comida”.
-… No puede ser.
-Idiot me… es verdad.
Tsukiyama se encogió
de hombros, suspiró profundamente y sacudió la cabeza. Ella le frunció el ceño
y preguntó:
-¿Por qué no la mataste?
-Porque tengo que conocer
su verdadera naturaleza.
Sorprendida, la chica
murmuró, - Qué problemático…
Justo entonces, Chie llegó
corriendo por el pasillo. Sus ojos la siguieron mientras Tsukiyama continuaba, -Antes
no estaba interesado en ella así que no sabía, pero ese pequeño ratón parecer ser bastante famoso por ser un bicho raro
aquí en la escuela.
-Hablando de ser famoso, tú
también eres una celebridad aquí porque eres el heredero de la distinguida
familia Tsukiyama. Tu familia tiene profundas conexiones e influencia en
el mundo de la política y los negocios. Si mal no recuerdo, tu familia recaudó
una fortuna durante la generación de tu abuelo.
Para mostrar veneración,
Tsukiyama puso una mano sobre su pecho y alardeó, -Eso es porque mi abuelo era
un aventurero. Exporto artículos inusuales a todo el mundo y amasó una fortuna. Él
es mi orgullo.
-Y por sui fuera poco tú
sobresales académicamente y en los deportes. No obstante, te pasa esto… vaya
forma tan única en la que actúas. Atraes a las personas tanto como si
quieres como si no. Estoy sorprendida de que ninguno de tus familiares haya
descubierto esto todavía, siendo tan sobresalientes. Es admirable.
Una vez más, Chie corrió
por el pasillo a través de ellos. La conversación llegó a su fin mientras
volteaban a verla por segunda vez.
-¿No es raro que no te
hayas dado cuenta cuando es tan ruidosa? Ya veo qué tan exigente eres en cuanto
a tu “selección”.
Tal vez no la había notado
porque ella tenía una esencia aburrida que podía ser encontrada en cualquier
parte y no estimulaba su apetito para nada. Tampoco sentía atracción alguna por
su cuerpo infantil. Tal vez fue por eso que nunca apareció en su radar. La
excluyó inconscientemente porque no era un objetivo gourmet.
-Aunque es extraño que
tenga una cámara con un lente tan excelente cuando no parece tener los
medios para adquirirla. Es una cámara último modelo de Canon.
Él no estaba
familiarizado con el cómo las personas comunes manejaban el dinero, pero esa
cámara se veía muy costosa como para pensar que sus padres se la hubieran
comprado como regalo. Ella tampoco mostraba señales de trabajar a medio tiempo
en algún lugar, así que se preguntó cómo es que pudo tener en sus manos aquella
cámara.
-Parece que ella sube sus
fotos a un catálogo online.
-¿Catálogo?
-Sí, y le pagan cuando son
usadas comercialmente. A su manera, el catálogo de fotos puede obtener un muy
buen precio.
Entonces Chie era lo
suficientemente lista como para hacer eso. Una curiosidad hacia ella
emergió donde antes había indiferencia. No obstante, su oponente era una chica
que había llegado a conocer su secreto. Tal vez era tiempo de retarla a un
juego. Mirando a Chie pasar por el corredor una tercera vez, una gran sonrisa
cruzó el rostro de Tsukiyama.
Después de que las clases
terminaran por ese día, él encontró a la pequeña chica arrastrándose por
el césped en la esquina del edificio de la escuela y se acercó a ella. Intentó
seguir su línea de visión esperando descubrir qué demonios estaba mirando pero no
había nada más que césped. A pesar de eso, escuchó el sonido de repetidos clics
del obturador.
-¿Qué estás fotografiando,
pequeño ratón?
-Oh ¿estabas ahí?
Cuando él la llamó, Chie se
giró hacia a él y de repente se puso de pie.
-¡Esto!
Ella buscó a tiendas
con la cámara y le mostró las fotos que había tomado.
-Discúlpame si estoy en un
error… pero lo único que puedo ver es césped.
-Eso es correcto. Es porque
tomé una foto de él.
-¿Por qué tomarías fotos de
algo tan aburrido?
El que ella, quien había
tomado aterradoras fotos del banquete de un ghoul, hubiera preferido un
aburrido césped como su tema… la diferencia era demasiado grande. Pero Chie estaba satisfecha. Tal vez él no
había usado las palabras correctas.
No podía perder su
oportunidad ofendiéndola ahora, así que dijo –No, ahora que lo miro más de
cerca, no está para nada mal. Cada brizna de hierba forma un prisma, y juntos
dan un efecto de brillantes esmeraldas… es muy interesante.
Aunque la alabó para
retirar lo que había dicho antes, Chie simplemente respondió,
-¿Ah sí? Yo pienso que es
aburrido.
Diablos, esta chica simplemente no actuará
como lo espero ¿verdad?
-Bueno, entonces disculpa- respondió Tsukiyama,
cortando el tema.
Observó su expresión y
habló educadamente.
-De hecho hay un lugar al
que me gustaría ir contigo. Por supuesto, no intento hacerte daño.
Ella era difícil de
atrapar pero tenía que caer con esto. Tsukiyama continuó: - Estoy seguro de que
podría ser de tu inte…
-Está bien.
Antes de que pudiera siquiera
mostrar su carnada, ella había aceptado de inmediato la invitación. Esto dejó a
Tsukiyama abrumado por un segundo. Jugando con su cámara, Chie dijo: -Suena
interesante.
Ya veo. Ella también podría tener un
desarrollado sentido del olfato.
PARTE III
Para
que Chie aceptara acompañarlo, todo había resultado bastante fácil. Tsukiyama
la había traído al hospital de la Universidad un poco lejos de la preparatoria.
Cuando
ella vio a dónde la estaba llevando, le preguntó: - ¿No te sientes bien,
Tsukiyama-kun?
No
siendo capaz de mantenerse quieta, Chie se dirigió impacientemente hacia el
hospital, tomando fotografías del paisaje exterior del hospital al mismo
tiempo.
Tsukiyama
habló – Me gustaría decirte algo primero, en serio me gustan los humanos.
-Tanto
que quieres comértelos.
-No,
no sólo me refiero a ese aspecto. Los humanos prosperan en esta tierra a pesar
de no tener garras ni colmillos para sobrevivir en la selva. Me pregunto ¿cuál
es la fuerza que los impulsa, cuál es su verdadera esencia?
-Pero
de todos modos te los comes.
-Sí,
me los como.
Los
dos entraron al hospital, se introdujeron en el elevador y ascendieron hasta
alcanzar la puerta general. Estaban solos en el elevador cuando Chie preguntó
casualmente, -¿Está bien para ti pasear dentro del hospital así?
-Oh,
está bien, todo va de acuerdo al plan.
Llegaron
al octavo piso. No había únicamente una sala, sino también un atrio. El gran
espacio abierto tenía césped extendiéndose a través de él con brillantes y
opulentos árboles que creaban un área para que los pacientes se relajaran. Los
pacientes y sus familias estaban platicando y riendo tranquilamente.
-Bueno,
aquí estamos- dijo Tsukiyama, mirando hacia la enfermería. Dentro había varias
enfermeras en espera. Una de ellas era una mujer joven que notó a Tsukiyama
mirando.
-Oh,
Tsukiyama-kun ¿estás aquí otra vez? ¿Y quién es ella?... Oh ¿acaso no es ese el
uniforme de la escuela Seinan?
El
ángel de blanco2 sonrió
mientras los saludaba. Debió sorprenderse de ver a la pequeña niña con el
uniforme de Seinan porque, no importa cómo la vieras, Chie no parecía una
estudiante de preparatoria.
-Ella
es mi amiga.
-¿En
serio? – preguntó Chie, mirándolo sospechosamente.
-Las
personas que comparten un secreto son normalmente llamadas amigos, sí.
Escuchando
su intercambio, la enfermera los molestó diciendo que actuaban gracioso. De
cualquier modo, los dos no encajaban mucho.
Tsukiyama
le presentó a Chie, -Verás, mi familia
tiene algunas conexiones con el hospital de la Universidad. Y ya que el
ambiente aquí es tan bueno, vengo a leer algunas veces, y un día ella comenzó hablar conmigo. Es muy amable y educada, así
que es muy popular con los pacientes. Siempre tiene esa hermosa sonrisa, así
que no hay duda.
-Detente,
eso es decir demasiado, Tsukiyama-kun.
La
enfermera estaba extremadamente avergonzada pero Tsukiyama continuó. – Es sólo
qu ella está experimentando un amor desgarrador actualmente.
-Espe-espera,
¡¿Tsukiyama-kun?!
Como
para demostrar lo mucho que lamentaba su amor no correspondido, él hizo un
exagerado movimiento al presionar su mano contra su pecho y sacudió la cabeza,
continuando con la historia de amor.
-El doctor del cual se enamoró simplemente parece no
fijarse en ella. Si tan solo llegara el momento adecuado, estoy seguro de que todo
saldría bien, ya que no existe hombre que no pueda resistirse a su sonrisa.
Con
sus más profundos sentimientos siendo expuestos, la enfermera se puso muy
nerviosa, pero las palabras de Tsukiyama le arrancaron una sonrisa amarga
mientras musitaba –Sería bueno si eso fuera verdad…
Pero
justo en ese momento la sombra de una persona apareció detrás de su espalda.
Una
voz ruidosa llamó de repente, - ¡Charlado indiscretamente con un jovencito!
La
voz provenía del interior de un cuarto del hospital y pertenecía a un paciente
que parecía tener más de noventa años. Su rostro estaba esculpido con
innumerables arrugas y estaba completamente calvo. El paciente se acercó a la
enfermera y la abrazó por detrás, dejando salir un quejido de insatisfacción.
-¡Gyaaaaah!–
volviéndose hacia el paciente que se colgaba de ella, la enfermera le advirtió
– Tiene que dejar de hacer eso.
-
¿Qué?
Por
extraño que pareciera, Chie había dado clic al obturador en ese momento.
- Ya veo.
El anciano, que había
retirado sus manos, sonrió y se dio la vuelta para volver a su cuarto. La
enfermera sonrió incómoda y también se fue después de decir, - Lo voy a
acompañar a su cuarto. Nos vemos más tarde.
Mientras los dos se
alejaban caminando, Tsukiyama le explicó a Chie, -Ese anciano está
hospitalizado porque tiene una enfermedad del corazón, pero a veces lo
encuentras vagando así, acosando
sexualmente a las enfermeras jóvenes. Parece que se le olvida inmediatamente lo
que hace, así que no siente ninguna culpa.
Y para variar, también
olvidaba lo que otros le hacían. Fragmentos de memoria siempre lo asaltaban, pero Tsukiyama se
reservó ese pensamiento.
-Pero
parece que es muy rico y tiene relación con un doctor que trabaja en este
hospital, así que nadie le habla con severidad.
Chie
no parecía estar escuchando su historia, mirando hacia abajo y revisando la
pantalla de su cámara digital. Ella estaba absorta en sus cosas, pero a él no
le importó esta actitud.
Tsukiyama
se inclinó hacia sus oídos y susurró, -Quiero invitarte a mi cena de mañana.
Ella
se movió sorprendida y lo miró.
-Sin
embargo, quiero que te ganes tu pase para ese evento con tus propias manos.
Mañana sábado a la medianoche quiero que te escabullas en la habitación del
anciano y abras la ventana. Estoy seguro de que serás capaz de tomar
maravillosas fotografías.
Esta
era la carnada. Él quería dejar que su imaginación se desatara y su pequeño
corazón latiera veloz. Tsukiyama estaba esperando por una respuesta. Entonces,
dejando finalmente su cámara, Chie asintió y dijo, - Está bien.
-Esta
será una cena divertida.
Los
labios de Tsukiyama se curvaron en una sonrisa.
PARTE IV
A las siete y cuarto ya se
había puesto oscuro cuando Hori Chie llegó sola al hospital de la Universidad.
Hoy era el día en el que había prometido verse con Tsukiyama.
Había una razón por la cual
había venido mucho antes de la hora acordada. Si lo pensabas un poco, sería
difícil escabullirse en el hospital a medianoche. Todas las puertas
probablemente estarían cerradas y habría guardias de seguridad. Por esa razón
primero pretendió ser un visitante para entrar al hospital.
Chie caminó derecho hacia
el baño de mujeres. Cuando entró al cubículo, puso su mochila en el suelo y
sacó de ella su pijama para cambiarse. Guardó la ropa que estaba usando en la
maleta y se colgó la cámara al cuello antes de cerrar el cierre. Ahora tendría
que buscar un lugar para esconder sus cosas.
Chie
se dirigió de nuevo a los jardines del hospital. Ahí, los arbustos de azalea
crecían a lo largo del camino. Ella se quedó lejos de las luces y colocó su
mochila detrás de algunos arbustos donde ninguna luz podía alcanzarla. Se
apartó un poco para verificar si se veía, pero gracias a la oscuridad, estaba
completamente oculta.
-Ah.
Ding-dong-dang-dong. “Anuncio para nuestros visitantes. Las
horas de visita terminarán dentro de poco tiempo”.
Las
horas de visita estaban permitidas hasta las 10 pm en el hospital de la
Universidad. Después de escuchar el anuncio, los visitantes comenzaron a dejar
el hospital un por uno. Muchos pacientes se quedaban en la entrada para
despedirlos.
Ella
permaneció allí por un rato, apreciando la vista como ausente. Aunque se
quedara por ahí, parecía una niña de escuela primaria o secundaria, así que la
gente creería que se trataba simplemente de una niña sintiéndose sola después
de que sus padres se hubiesen marchado a casa.
“El
horario de visitas ha terminado”.
No
mucho después de que hicieran el último anuncio, la puerta de entrada se cerró.
Chie se escurrió entre los pacientes que regresaban a sus cuartos. Este
hospital tenía más de mil pacientes que siempre iban y venían en fila. Incluso
si trabajabas en el hospital, no había manera de poder recordar a todos los
pacientes. Ella pasó de largo algunos doctores y enfermeras, y como su
expresión no revelaba nada sospechoso, nadie le pregunto nada. Ella se metió en
el elevador junto con otros pacientes.
-Veamos…
El
lugar al que había llegado era la sala general del octavo piso. Ahora la
situación era muy diferente.
A
diferencia de los doctores y enfermeras de atención ambulatoria, las enfermeras
en esta sala podían reconocer a casi todos los pacientes que estaban a su
cargo. Además, esta sala estaba llena de personas mayores. Si una chica que
parecía de primaria o secundaria caminara por ahí, seguramente destacaría.
Una
vez más, Chie entró al baño para evitar ser vista por una enfermera en turno
nocturno. Ella cerró la tapa del inodoro, se sentó y esperó por un tiempo.
Todavía había ruido en la sala y podía escuchar muchos pasos. Un paciente
entraba al baño de vez en cuando, pero como había varios cubículos nadie se
preocupó incluso cuando uno de ellos estaba siendo ocupado por largo tiempo.
Ella
jugó con su cámara y se pasó el tiempo mirando las fotos que había tomado. Eran
aquellas que había tomado el día anterior en el hospital, pero también la de
Tsukiyama devorando un humano.
-Oh…
Cuando
ya casi había transcurrido una hora, se
empezó a escuchar música clásica dentro de la sala. Chie miró hacia arriba.
Eran
las 9 pm cuando las luces se apagaron. Una por una, las luces de la sala fueron
apagadas a manera que terminaba la canción. Las luces en el pasillo de afuera
del baño también estaban apagadas. No había señal de nadie.
Chie
permaneció ahí por un tiempo más, y después de treinta minutos finalmente
salió. Con pasos sienciosos, echó una mirada al pasillo pero no pudo ver a
nadie. No obstante, debido a que había pequeños destellos de luz saliendo de
las habitaciones de los pacientes, ella se preguntó si alguien todavía seguiría
despierto. Con cuidado de no hacer ningún ruido, se quitó los zapatos y se los
llevó en la mano. Continuó caminado a lo largo del pasillo.
La
enfermería se encontraba en el centro del piso. Cuando ella echó un ojo dentro,
vio a dos personas que parecían ser enfermeras. Se agachó para que nadie
pudiera verla y cruzó cuidadosamente la enfermería. Las enfermeras del turno
nocturno parecían estar muy ocupadas con su trabajo y no la notaron.
-Ya
estamos aquí.
El
lugar al que finalmente había llegado no era una gran habitación de reuniones
pero sí un cuarto privado en la esquina del piso. Aquel en el que estaba el
anciano que había conocido ayer. Chie
pegó su oreja a la puerta y escuchó un fuerte ronquido del otro lado, deslizó
la puerta gentilmente.
-¿…?
Cuando
lo hizo, un dulce aroma la envolvió. No, era una fuerte fragancia. Mientras se
preguntaba si era perfume lo que había olido, se dio cuenta de que las luces
estaban apagadas. Era difícil poder ver, así que entró a la habitación con más
precaución.
-Ah,
está dormido.
Al
lado de la ventana había una gran cama. Las cortinas estaban cerradas pero pudo
diferenciar al anciano de ayer que había acosado a la enfermera. Trató de mover
la mano en frente de sus ojos pero no obtuvo una reacción.
-Holaaaa-
trató en de llamar en voz baja. Sin embargo, el anciano no se despertó. Después
ella le picó las mejillas.
-No
se va a despertar.
Él
parecía estar hundido en un profundo sueño. Tal vez le habían recetado
pastillas para dormir. Si ese era el caso, no se despertaría tan fácilmente. Se
calmó y una vez más examinó la habitación.
-¡Wooow!
¿En
serio a esto se le podía llamar el cuarto de un enfermo? El interior era muy
espacioso y no solamente estaba equipado con su propio
baño, pero con una bañera también. Además, había un sofá, una mesa, un
refrigerador, todo parecía ser más elegante que en muchos hoteles.
Chie
se sentó en el sofá y admiró al anciano. Si podía costearse la estancia en ese
extravagante cuarto privado entonces seguramente era muy rico, justo como había
dicho Tsukiyama. Como para presumir la autoridad que poseía, había varios tipos
de regalos alineados en un estante, entre los que se encontraban un hermoso
ramo de flores, pasteles e incluso frutas. Chie se incorporó y miró hacia una
fruta en particular en la parte superior del estante. Cogió la que consideró
más cara; un mango3. Esa parecía ser la fuente del dulce aroma que
llenaba el cuarto, pero olía mucho más fuerte. Pensando que aquello era
extraño, giró el mango para darse cuenta que la parte de atrás estaba
descolorida y echada a perder.
-Hm…
Allí
probablemente no había nadie para organizar los regalos que había recibido,
aunque hubiera bastantes de todas las visitas que había tenido. Tampoco había
señales de que el cuchillo para la fruta
hubiese sido usado. A nadie parecía importarle darle la fruta para que
la comiera. Chie se sentó en el colchón y observó las fotos del anciano que
había tomado ayer.
-Es
solo cuestión de tiempo…
Revisó la hora y vio que eran las 11:55 pm. Ya era
casi la hora en la que había quedado con Tsukiyama. La chica se estiró y se
arrojó en el sofá. La luz de la luna
brilló dentro del cuarto a través de las cortinas.
-¿…?
Podía
oír pasos provenientes del pasillo, se levantó de inmediato y escuchó
cuidadosamente. El sonido avanzó a través del silencioso pasillo y entró en el
cuarto del paciente, se dirigió al pasillo otra vez y entró al cuarto de otro
paciente. Parecía que la enfermera estaba patrullando y a este ritmo
definitivamente entraría en el cuarto donde Chie se encontraba.
-Oh-oh
Miró
a todos lados para encontrar un lugar donde esconderse. El baño o la bañera
serían buenas opciones pero los pasos de la enfermera ya se estaban acercando.
-Qué se le va a hacer.
Chie aprovechó
su pequeña figura y desapareció debajo de la cama. Sólo unos cuantos segundos
después de que se escondiera, la puerta se abrió completamente y un rayo de luz
iluminó el cuarto. La enfermera patrullera revisaría al paciente y se iría
después de eso. Eso es lo que ella pensó, pero la enfermera inesperadamente
cerró la puerta y no se acercó al anciano que dormía. En lugar de eso, se movió
en dirección a los estantes y se detuvo ahí ¿Qué demonios estaba haciendo?
Mientras Chie se preguntaba esto, podía escuchar a la enfermera abriendo
envoltorios. Y luego se escuchó un ruido semejante al de masticar.
-Eran
los dulces.
Parecía
que la enfermera se estaba comiendo los dulces del anciano sin permiso. Mientras
comía, se acercó al anciano. Chie podía ver los pies de la enfermera desde debajo
de la cama. Estaba usando esos lindos zapatos de enfermera, así que debía
tratarse de una mujer. Luego, el fuerte sonido de un golpe resonó en la
habitación. Tal vez se estaba quitando las sobras de los dulces que le quedaban
en las manos.
-Oye
¿sigues vivo?
Se
escuchó otra golpe. Era diferente del ruido anterior y tenía un significado
detrás.
-Vamos,
respóndeme. Si no puedo confirmar que sigues vivo entonces no puedo ir a la
siguiente habitación.
Era
una voz fría y condescendiente. Otra vez se escuchó un golpe, y otro. Chie se
dio cuenta entonces, la enfermera estaba golpeando al anciano paciente.
-Uuuugh-
gruñó el anciano, pero eso no detuvo a la enfermera de seguirlo golpeando.
-¿De
todos modos para qué estás vivo? Qué desagradable. No tiene caso para ti seguir
viviendo. Deberías morirte. Eso es lo que todos piensan, que sólo deberías
morir ¿Cómo es que sigues vivo? ¡Eres repugnante, ya sólo muérete! ¡Haznos un
favor a todos y muérete! – gritó mientras abusaba violentamente del anciano.
Lo
que atrapó a Chie no fue la atrocidad en sí misma, sino la voz de la
perpetradora. Ella había escuchado esa voz antes. El sonido del hombre siendo
golpeado una y otra vez llenó la habitación.
De
repente, el sonido de algo siendo quebrado y destruido se hizo presente y se
escuchó la voz de un hombre.
-¿Acaso
no tenemos aquí a un hermoso ángel blanco?
La
voz del hombre pertenecía claramente a Tsukiyama.
-¿Qu-
Qué?
La
enfermera estaba tan sorprendida por el inesperado intruso que se dobló el pie
y cayó. Chie, todavía bajo la cama, pudo ver su cara. Era la enfermera del día
anterior.
-¿Qué?
¿Por qué, Tsukiyama-kun? Es-espera un segundo ¡estamos en el octavo piso!
-Perdóneme
por haber roto la ventana. Dije que la quería abierta pero el pequeño ratón
parece ser un poco caprichoso.
Tsukiyama
ingresó sin hacer ruido en la habitación mientras Chie se arrastraba fuera de
la cama.
-T-
tú estabas con Tsukiyama-kun ayer… ¿Qué está pasando ¡¿Por qué están aquí?!
-Perdóneme
pero me gustaría que me dejara hablar a mí primero ¿Qué piensas de su”
trabajo”, pequeño ratón? ¡Ella abusa de los pacientes así, noche tras noche!
Mientras
le decía todo esto a Chie, Tsukiyama apuntaba con el dedo a la enfermera. Ella
no pudo comprender su posición pero se dio cuenta de que estaba comenzando a
transformarse en la peor situación en la que hubiera podido encontrarse.
Comenzó a temblar de miedo. Mientras taladraba con la mirada a la enfermera,
Tsukiyama arrancó la sábana de la cama. La figura del anciano que yacía allí
fue expuesta.
-Hay
signos de hemorragia interna.
La
enfermera hizo una mueca de dolor.
-Así
como él olvida lo que le hace a otros, también olvida las cosas que los demás
le hacen a él. No sabe por qué lo lastiman y no lo recuerda. Es por eso que
piensa que él se lastima a sí mismo. Fin de la historia ¿Acaso no se trata de
una maravillosa trama? ¡Es magnifica, bravo!
Tsukiyama
se giró hacia la enfermera y le aplaudió. Con un último aplauso, se detuvo y
movió lentamente las manos hacia el área donde el anciano tenía la hemorragia
interna y, con sus dedos, lo pinchó.
La
más hermosa sonrisa se extendió a través del rostro de Tsukiyama.
-Muy
bien, es hora de la cena.
R-r-i-i-p-p! El
sonido de algo siendo desgarrado llenó la habitación.
Entre sus dedos, Tsukiyama
sostenía la piel que había arrancado del anciano.
-¡¡¡Ahh!!” – la enfermera gritó desenfrenadamente.
-Verás,
dicen que la piel de un hombre mayor es un manjar. Tiene un aroma único y la
textura es adictiva, así que es bastante popular entre algunos.
Tsukiyama
colocó lentamente la piel del anciano en su lengua. Para probar apropiadamente
su comida, cerró los ojos, enrollando la carne cuidadosamente sobre su lengua.
La mordió tranquilamente y la dejó deslizarse a través de su garganta. Luego
sus ojos se abrieron de par en par.
-La
perfecta sequedad de la parte superior de la piel que contrasta con el otro
lado, tan suave y mojada en sangre, el cómo se entrelazan, el fuerte sabor que
estimula la lengua en suprema ¡HARMONÍAAAAAA!
Extendió
los brazos y los dobló hacia atrás como si mirara al cielo, sus ojos teñidos de
profundo carmesí.
-N-
no puede ser.
Brillando
incesantemente, su kakugan saltó a la vista.
-¿Q-
qué es…? ¡Ayyy, ayyy, me duele!
Así
que el dolor debió haber alcanzado el cerebro del anciano y finalmente lo
despertó.
Tsukiyama
se chupó los dedos felizmente y le habló, -Comparado con las mujeres, la
esperanza de vida de los hombres es menor ¡y el número de hombres alcanzando
los noventas es mucho menor! ¡Alguien tan viejo como tú es extremadamente raro
e invaluable!
Una
vez más, Tsukiyama pellizcó la piel del hombre… y la arrancó.
-¡¡Gwaaaaaaaaaaaaahhh!!”
-Su
piel está cubierta con una capa seca, es como polvo ¡Pero qué manjar!
-P-
por favor detente, por favor detenteeee…
-¡De
hecho es realmente placentero cómo es que la piel de un anciano se desprende
tan fácilmente! ¡El tiempo que toma hasta que puede ser comida está haciendo
esta cena muchísimo más entretenida!
Tsukiyama
estaba pelando enérgicamente la piel del hombre. Ver esta monstruosidad dejó a
la enfermera incapaz de seguir en pie. De alguna manera logró forzar una ronca
y temblorosa voz.
-Tsukiyama-kun…
¿Tú eres un ghoul?
Tsukiyama
masticó, tragó la piel y respondió.
-¡Já!
¡Yo soy el Gourmet! ¡Aquél que está en busca de la comida definitiva!
El
anciano, que había entrado en pánico se giró sobre la cama y gateó tratando de
alcanzar la mano de la enfermera.
-¡A-ayúdame,
ayudaaaaa!
La
piel de la mano que extendió había sido despojada por Tsukiyama, haciendo
visible la carne fibrosa del interior.
-¡Ayúdame,
haré lo que sea, te daré lo que sea! ¡Dinero, también tengo propiedades! ¡Te lo
suplico, te lo suplicooo!
El hombre tenía los brazos tan delgados y
secos como una vara, y sus ojos estaban inundados de lágrimas. Él le suplicó a
ella por ayuda. Las yemas de sus dedos la alcanzaron en la oscuridad frente a
los ojos de la enfermera. Tragando con dificultad, la enfermera volvió a sus
sentidos, apretó los dientes y gritó, - ¡Aléjate de mí, maldito vejestorio!
Aunque
el anciano se encontraba en tal estado, la enfermera pateó su cuerpo con toda
su fuerza. En ese momento una luz brilló en la oscuridad del cuarto. Lo que
iluminó la habitación fue el flash de una cámara y el clic de un obturador
completamente fuera lugar. Chie había capturado el momento en que la enfermera
pateó al anciano en una fotografía.
-¡Excéntrico!
¡Ustedes fueron fascinantes hasta el final!
Tsukiyama
les ofreció estas palabras de elogio mientras rápidamente cogía el cuello del
pijama de la chica, levantándola con facilidad para encontrarse con sus ojos.
-No
importa lo mucho que otros sufran, tú perseguirás tus intereses
indiferentemente ¡Eso me gusta! Lo he
creído hasta el final, que lo que hace a los humanos prosperar tanto es ese
apego a la vida. Ellos mantienen la máscara de una buena persona y mienten a
los demás por su propio beneficio mientras los traicionan fácilmente. Creo que
esta es la crueldad que les permite a los humanos llegar tan lejos. Sin
embargo…
Tsukiyama
sonrió a la chica.
-¡La
diversión termina aquí!
Con
estas palabras, Tsukiyama sacó a Chie por la ventana. Si la dejaba ir, ella se
estrellaría la cabeza primero contra el suelo a sus pies, provocándole una
muerte segura. El viento soplaba a lo largo del edificio, las cortinas de la
habitación se agitaban. El cuarto del enfermo que había estado en caos momentos
antes alcanzó un silencio temporal.
-Respóndeme
¿Qué es lo que ves ahora?
Él
escondió su sonrisa de felicidad, y como para revelar todo y llegar al fondo de
ella, retiró un dedo mientras se dirigía a ella.
-Tu
miedo está aumentando, te estás llenando de desesperación. El mundo está
perdiendo todo su color y tu corazón se está congelando.
Asfixiándose,
el cuerpo de Chie se retorció y sus piernas se agitaron. Justo ahora, sus
opciones eran muy limitadas. Podía intentar escapar y luchar desesperadamente o
podría implorar patéticamente por su vida; esas eran sus opciones. De cualquier
manera, un atisbo de emoción desde las profundidades de su corazón comenzó a
emerger de alguna parte mientras flotaba en el viento.
Tsukiyama
removió otro dedo.
-Ahora
veamos ¿qué clase de persona eres?
No
faltaba mucho para soltarla y que se encontrara tocando la puerta de la muerte.
Tsukiyama esperó por su respuesta.
-¡¿…?!
Pero
las palabras que estaba esperando nunca llegaron. Después de mirar hacia el
cielo en silencio, se encontró con su mirada y colocó la cámara entre sus
manos. Mirando a Tsukiyama a través del visor, liberó el obturador.
-Sí,
esto es bueno.
Incluso
en su último momento, cuando la muerte se estaba acercando a ella, Chie aún
logró tomar fotos que no eran diferentes a las normales. Este hecho hizo que se
le erizara la piel a Tsukiyama.
Ella
no era un fracaso de persona si pensaba que no importaba sacrificarlo todo. No,
para ella cada ser viviente existía en un mismo plano. Era este sistema de
valores que sobrepasaba la ética lo que la hacía ver a todos con igualdad. Sin
fronteras entre humanos y ghouls, perros y gatos, o incluso aves y peces; todos
eran iguales. Esa es la razón por la que pudo aceptar las cosas tal y como eran,
iba allá donde su curiosidad la llevaba, y continuaba tomando fotos que la
estimulaban. Era algo infinitamente puro y no había manera de vivir más acorde
a los instintos de uno mismo que ésta.
Tal
vez su espíritu se parecía al suyo; el de continuar con persistencia la
búsqueda de comidas gourmet.
-¿Acaso
no es interesante?
Tsukiyama
la cogió de la ropa con firmeza y la alzó de vuelta a la habitación del enfermo
con un balanceo.
-¡Uff!
El
equilibrio de Chie debió haberse perdido mientras estaba colgando en medio del
aire, porque cuando bajó su espalda hacia el suelo, se tambaleó y casi se cae.
Pero se recuperó en un instante y cuando se sostuvo con firmeza en sus dos
piernas, dijo, - Ah… estoy viva ¡Pero qué suertuda soy!
Aunque
apenas y había escapado de la muerte, se regocijó por sobrevivir en un tono
casual. A Tsukiyama se le ocurrió de repente, -¡Ahora entiendo! ¡Eres una
mascota!
Tsukiyama
estaba feliz de haber encontrado su respuesta pero Chie únicamente lo miró,
confundida.
-¿Qué?
-¡Me
estaba preguntando por qué no podía encontrarte ni un poco apetitosa pero ahora
todo tiene sentido si te miro como un humano a una mascota! Pequeño ratón, ¡a partir de hoy te
convertirás en mi mascota!
-Um,
no.
Chie
se rehusó inmediatamente y comenzó a revisar las fotos que había tomado.
Sin
importarle el haber sido rechazado, Tsukiyama le palmeó la cabeza sin reservas
y dijo, - ¿Es este el encanto que sienten algunos humanos con los gatos que no
quieren estar cerca de ellos? ¡Verdaderamente fascinante!
Viéndolo
de ese modo, él también pensó que su tamaño era conveniente y parecía fácil
conservarla.
Chie
soltó la cámara y miró hacia Tsukiyama cambiando abruptamente de tema, -Ah, más
importante, Tsukiyama-kun ¿has escuchado de las entradas programadas en los
blogs?
-Claro
que sé sobre eso. Es la herramienta con la que escribes un artículo con
anticipación y programas la hora en que será publicado ¿No es así?
-Correcto.
La verdad es que programé esa foto de ti mientras comías, la que tomé hace
tiempo, para ser subida exactamente a la una de la mañana.
Era
una foto brutal en la que cualquiera podría decir a simple vista que él era un
ghoul. Así que ella tenía planeado subirla online. Pero no parecía que tuviera
intenciones de amenazarlo o chantajearlo.
-La
programé en caso de que mi cuerpo no pudiera ser encontrado porque realmente no
me hubiera gustado eso. Así que escribí: “¡El culpable es Tsukiyama Shuu-kun!
Estudiante de la Escuela Preparatoria Superior afiliada a Seinan Gakuin, por
favor háganse cargo de eso!”, pero ahora que parece que he sobrevivido debería
borrarlo.
Resultaba
ineficiente a primera vista pero era una acción bastante lógica. Parecía tonta
pero aun así ella tenía una mente aguda y astuta.
Chie
miró hacia afuera de la ventana donde había estado colgando hasta hace unos
momentos y señaló cierto arbusto de azaleas un poco lejos de donde ellos
estaban. Había escondido sus cosas ahí.
-Ah,
pero ¿cómo debería salir de aquí? No es como que pueda caminar por el hospital
e irme ¿verdad? No pensé tan lejos- dijo preocupada, masajeando su frente con
su dedo índice y describiendo movimientos circulares. Viendo esto, Tsukiyama
explotó en carcajadas. La actitud de la chica, quien no había planeado más allá
de esto, no encajaba bajo ninguna categoría. Ella una existencia única llamada
Hori Chie.
-Pues
bien ¿deberíamos irnos?
Los
resultados de hoy habían sido lo suficientemente satisfactorios y su asunto ahí
estaba terminado.
-¡¿Hm?!
Tsukiyama
cogió a Chie y, cargándola bajo su brazo, puso un pie en el filo de la ventana.
Miró al hombre que había estado llorando fuertemente y luego a la enfermera que
se estremeció y contuvo el aliento mientras él le devolvía la mirada. Sus ojos
la hicieron temblar de miedo pero Tsukiyama simplemente sonrió y dijo, -Creo
que nosotros tres podemos volvernos muy buenos amigos.
-¿Q-qué?
Sin
saber a lo que se refería, ella alzó su voz en sorpresa. Sin responder,
Tsukiyama brincó con ligereza fuera de la ventana.
-¿A
qué se refería con eso?
Quien
amenazaba su vida se había marchado. No obstante, la enfermera todavía no podía
dejar de temblar y permaneció sentada en el suelo. Estaba demasiado abrumada y sorprendida
para que su cuerpo pudiera moverse.
De
todas las cosas, el primero al que había de poner de pie no era a ella sino al
anciano que había estado arrastrándose por el suelo. Pero colapsó otra vez y
comenzó a gritar –¡Ow, oooow!
Viendo
las deplorables condiciones del hombre de algún modo hizo que la enfermera
recuperara algo de su compostura. Colocó ambas manos en la pared y se levantó
lentamente. Por ahora, debía volver a la enfermería y reportar al ghoul.
Alcanzó la puerta del cuarto.
Luego
la lastimera voz del anciano hizo eco en la habitación, -¡No olvidaré esto!
La
enfermera se volvió hacia él, sorprendida.
-¡No
olvidaré las cosas que me hiciste, no lo haré!
El
anciano flaco, sangrando por todas partes, taladró a la enfermera con un fuerte
destello de conciencia en sus ojos.
-¡Voy
a revelarlo todo! ¡Y también que me golpeaste! ¡No puedes ni siquiera cuidar
apropiadamente de los pacientes, maldita mujer!
De
golpe, algo se rompió dentro de ella. Algo que se había desgastado hasta casi
alcanzar su límite. La enfermera bajó la mano que había extendido hacia la
puerta y sin emitir una sola palabra volvió sus pasos en dirección al anciano.
Pasó
de largo y del bolsillo de su uniforme blanco extrajo los guantes que tenía
preparados. Sus pasos se detuvieron en frente del estante. Al lado de la fruta
que emitía un dulce aroma reposaba el cuchillo. Ella lo tomó silenciosamente.
-¿Q-qué?
La
enfermera se dirigió hacia el anciano. La luz de la luna que entró en la
habitación cayó sobre la punta del cuchillo.
PARTE V
Habían transcurrido unas
cuantas semanas desde el incidente en el hospital. Era un día entre semana. En una
cafetería cercana, Tsukiyama estaba bebiendo café. Frente a él, estaba sentada
Hori Chie, devorando una crêpe
-Por
cierto ¿has visto lo que pasó después de aquel incidente?
Cuando
se terminó de llenar el estómago, Chie abrió su laptop y comenzó a presionar el
teclado. Giró la laptop y le mostró lo que estaba en la pantalla.
Él
vio el sorprendente titular de un artículo: “Paciente asesinado, Tragedia en el
Hospital de la Universidad”.
La
víctima fue un hombre de 94 años de edad. Su piel fue arrancada pero de haber
sido tratado lo suficientemente rápido podría haber sobrevivido. Y aun así,
leyó las palabras “asesinado” y “muerte”.
-Es
como si me estuviera culpando por este crimen. Eso me pone triste.
El
artículo decía: “La enfermera que estaba patrullando en el turno de la noche
trató de proteger al paciente de un ghoul, pero perdió la conciencia después de
haber sido atacada y herida.
Tomando
de vuelta su laptop, Chie respondió, -Fue tu culpa en primer lugar,
Tsukiyama-kun.
-Ella
siempre mantuvo su crueldad oculta. Podía sentirla.
Escuchando
sus palabras, Chie miró los datos de su cámara digital y seleccionó cierta
fotografía. Una vez más, estaba viendo la foto del anciano colgándose de la
enfermera y dijo: -Oh, sobre eso. La verdad es que fui y me encontré con esta enfermera.
-Así
que tienes buenos instintos también.
Para
la enfermera, ella era la persona que tomó una fotografía en un momento
crítico. Dependiendo de la situación, pudo haber dañado a la chica como era
normal, pero Chie habría cruzado calmadamente un puente peligroso.
-De
cualquier modo, ahora que ella es la “Enfermera heroína de una tragedia”,
parece que ha ganado simpatía por sus acciones en el hospital.
-¿Eh?
-Gracias
a eso finalmente fue capaz de comenzar a salir con el doctor del que estaba
enamorada. Está agradecida contigo, Tsukiyama-kun. Dijo que tú eras como un
dios.
El mundo es cruel. Una buena acción no necesariamente
ayuda a una persona, y una fechoría no siempre descarta la felicidad.
Precisamente por eso es tan interesante.
-No
hay nada más poderoso que la reina de la tragedia…- dijo Tsukiyama, lamiendo
los rastros de café en sus labios.
–Estoy ansiando por el
tiempo en el que ella sea flambeada por su felicidad.
Pero esto no era
suficiente. Era insatisfactorio. Sus papilas gustativas la anhelaban. Una
extravagante comida gourmet que le provocara felicidad y éxtasis.
- FIN -
[1] NT: Hakone-Ekiden es una carrera de estudiantes universitarios que va de
Tokio a Hakone y de vuelta, es muy famosa en Japón y se celebra durante el año
Nuevo japonés. Muchas familias se reúnen y miran esta carrera.
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